No entiendo cómo a estas alturas aún hay quien se plantea votar al Partido Popular como contestación seria a la política de Zapatero cuando el PP está en otra cosa. La nueva oposición marianil- o mejor sería llamarla posición, de postura- pivota entre los encantos de Soraya, la finezza de González Pons, la tibieza de Cospedal, la denuncia de periodistas independientes o el número de seguidores de Núñez Feijoo en Facebook. Patético. La pose, a lo maja goyesca, de Soraya en el Suplemento dominical de El Mundo está en la estela del numerito de las ministras de Zapatero en la revista Vogue o de la reciente aparición de la ministra de Defensa disfrazada de "no sé que que queda balbuciendo", que diría el místico. Las duras críticas que suscitó en su momento en la opinión pública y publicada del centro derecha la frivolidad de las ministras son ahora desmentidas por este nuevo Mariano veleta que ha perdido el norte y desconoce el sur. Cuando la situación económica se agrava a cada instante, la social se fractura y la política se degrada, es un insulto al ciudadano que los políticos estén más ocupados en historias de frivolidad -sin el ingenio de Chico Ibáñez Serrador, ¿recuerdan?-que en los problemas reales de la gente. Le aconsejo a Soraya que abandone la política y se incorpore a Gran Hermano donde a buen seguro será bien acogida y desempeñará un papel más acorde con sus "encantos". El éxito lo tiene garantizado.
3 comentarios:
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En estos momentos de naufragio , es absurdo el frivolizar con la imagen y jugar a la creación surrealista y cubista y ambivalente que representa la modelo de la fotografía. Todos la conocemos, pero en otro contexto muy diferente a este.
Por otro lado, no es justo, denegarle a esta joven promesa, su derecho a manifestarse en otro ambito distinto al institucional. ¿Por qué se la critica? ¿Por ser mujer, o por ser jovena?
fdo: carmen calvo
No se en este momento si Mariano Rajoy es la solución. Si tengo claro, a pesar de los éxitos económicos (¿a costa de los de siempre?) que la derecha más derecha de Aznar no debe volver. No se si dar caña a Mariano, es hacerle el juego a Zapatero, pero si a lo más impresentable que ha habido últimamente en el periodismo: LOSANTOS. Hace falta un orden nuevo pero es difícil.
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