viernes, 31 de octubre de 2008

Las palabras de la Reina


Si alguien ha sabido desempeñar su papel institucional en la más reciente historia de España esa ha sido la Renia Doña Sofía. Su discreción, su saber estar, su elegancia y altura de miras le han hecho merecedora del respeto y admiración de gran parte de la ciudadanía. Por ello considero poco afortunado que la Reina se haya pronunciado en una reciente entrevista sobre temas en los que no hay un consenso social. Tanto la Reina como el Rey no deben entrar en los procesolos terrenos de la política, salvo en situaciones excepcionales de superviviencia nacional. Hay quien defiende el derecho de la reina a la libertad de expresión. La misma existencia de la monarquía es una exepcionalidad democrática, por lo que los monarcas no pueden o deben ejercer determinados derechos como la huelga o la ilimitada libertad de expresión.
Dicho esto me parece impresentable el revuelo que el contenido de las palabras de la Reina han causado en la opinión pública de la progresía. La ruptura del discurso de valores dominante no ha sentado nada bien en determinados sectores. Sus opiniones contrarias al aborto, la eutanasia o a la denominación de matrimonio para las uniones homosexuales son tildadas de reaccionarias e impropias de un representante de las altas instituciones del Estado. Algún periódico llega a sugerir la mordaza para la reina, pero no por la responsabilidad que en razón de su rango ostenta, sino por el contenido de sus palabras. ¿Se imaginan ustedes que la reina hubiera apoyado la ley e Memoria histórica, la asignatura de educación para la ciudadanía o se hubiera opuesto a la guerra de Irak? Los mismos que ahora la crirican destacarían la evolución de la monarquía y el sentido común de la reina que, interpretando la nueva realidad social, habría sabido estar a la altura de los tiempos. Aquí de lo que se trata es de silenciar, acallar y amordazar el discurso disidente venga de donde venga, ya sea un trabajador quien lo formule, un estudiante o la Reina de España.
¿Y qué decir del incomparable portavoz de ese nuevo engendro en el que se ha convertido el PP? González Pons quien ya pidió "finezza" con el régimen criminal de Pekín durante los últimos Juegos Olímpicos, vuelve a la carga. Comenta, en unas más que desafortunadas palabras, que las opiniones de la Reina son propias de señoras católicas de cierta edad. Señor González Pons, a estas alturas usted debería saber que la defensa de la vida y del sentido común no entienden de edades ni de religiones. El complejo que usted y la actual cúpula de su partido padecen, le llevan a levantar la bandera de un discurso vacuo, cuando no ambiguo, con el que están engañando a los ciudadanos y manipulando la voluntad de sus votantes.
Repito, la reina no tendría que haber entrado en el capcioso territorio al que le llevó Pilar Urbano, una avezada periodista que siempre sabe sacar rentabilidad de polémicas entrevistas convertidas en primicia informativa, pero una vez transformadas sus palabras en discurso se merecen cuanto menos la altura intelectual de su refutación y no la descalificación fácil de los que sólo creen en la libertad de expresión cuando esta coincide con lo que ellos defienden. Majestad, felicidades por su 70 cumpleaños y le deseo una larga vida al servivio de España y los españoles.


10 comentarios:

oscar de quinto garcia dijo...

me parece un comentario muy acertado. Pero hay algo en lo que no estoy de acuerdo y es en el hecho de que la reina se ha metido en el proceloso mundo de la política. Si algo destaca de la monarquía es precisamente su no ingerencia en asuntos políticos, ya que fue el mismo rey el que firmó la ley del aborto y no abdicó ni siquiera temporalmente como hizo el rey Balduíno de Bélgica cuando en su país se hizo la ley dela aborto.
La reina tiene el mismo derecho que cualquier persona a pensaar y decir lo que piensa. Además, no atacó a nadie, sino que dijo que no o entendía, aunque respetaba a los homosexuales.
¿eEs necesario entender a todo el mundo para respetarlo? Yo pienso que no.
Por otro lado, me asombra la preocupación de tantos progres pro-republicanos y que apoyan la III república por las declaraciones de la ciudadana Sofía.
También estoyu de acuerdo en que la monarquía puede ser una "anomalía democrática" (yo también soy mas bien republicano).

Anónimo dijo...

La reina no es una ciudadana cualquiera, dejando esto claro, Su majestad, dijo lo que muchas personas pensamos y creemos, además, es que sólo los homosexuales tienen razón, o es que los demás mortales no tienen derecho a opinar en contra del "matrimonio homosexual". Su majestad expreso lo que sentía y creía, y eso no es reprochable. Creo que los homosexuales han de tener todos los derechos civiles que la democracia les permite, pero que no nos quieran hacer creer al resto de los mortales, que sus casamientos se pueden poner a la misma altura que un matrimonio heterosexual.
Yo creo en esta monarquía parlamentaria, por que nos lo han demostrado, los reyes que nos han tocado.
La Reina es una señora de los pies a la cabeza, su saber estar, su humanidad, etc., son los de un ser sensible con el tiempo que le ha tocado vivir en esta España Nuestra.
Los únicos que sacan beneficios de esta polémica absurda, es la escritora y la empresa que publica el libro.
Majestad siga como hasta ahora, y no se deje amedrentar por los colectivos de homosexuales, e individuos de rapiña que lo que tratan es de sacar tajada de la polémica, creada de forma artificial. ¡Feliz cumpleaños! Y que podamos felicitarla muchos más.

Anónimo dijo...

En primer lugar, muchas gracias por tenerme en tu agenda de amigos y con ello poder estar al día en tus entradas en la web con artículos que leo con mucho interés.
Lo que no entiendo muy bien y por ello he quedado un tanto descolocado, es que nos animes a crear una "cultura de la disidencia y un verdadero y profundo diálogo democrático", "AJENO A INTERESES PARTIDISTAS", y al mismo tiempo te decantes a la primera llamando "engendro" a un partido político tan respetable, al menos, como los demás.
"Engendro", referido a "obra mal concebida o mal hecha", como deduzco que has interpretado al utilizar el verbo, es también sinónimo de "aberración", "monstruo", "barbaridad", "horror" y "aborto", y sinceramente, no creo que la cosa sea para tanto. Al menos, no para los miles de afiliados a dicho partido, entre los que no me encuentro.
Yo, que no pertenezco a ningún partido, más que al de la corrección y la educación, aderezadas con unas gotas de solidaridad y muchas de tolerancia, si bien trato siempre de admitir y justificar las críticas, no alcanzo a comprender que para discrepar con alguien se tenga que menospreciar al resto.
Un fuerte saludo y espero seguir contando en tu agenda.
Fernando Vivas

Fernando Alvarez Jurado dijo...

Cuando hablo de engendro, en efecto, me refiero, según el diccionario de la RAE en su cuarta acepción, a un nuevo partido que plantea un "plan, designio u obra intelectual mal concebidos". No creo que exagere en nada usando este sustantivo. Precisamente porque aprecio y valoro a los miles de militantes del PP y a sus votantes (yo lo fui en las últimas elecciones), creo que la deriva de este partido a partir del Congreso de Valencia no representa a los millones de ciudadanos que depositaron su confianza en una verdadera alternativa a ZP basada en valores y principios. Gracias por seguir mis modestas aportaciones. Saludos.

Anónimo dijo...

No parece, a la vista de los últimos sondeos publicados en prensa, que la nueva estrategia del PP, alejada de aquella basada exclusivamente en la crispación, le esté dando malos resultados. Haber superado los 3,5 puntos que el PSOE les saco hace tan solo unos meses, y estar ya un punto por encima, creo que es significativo. Podrás argumentar que es debido a la crisis, y quizás sea verdad, pero, ¿no crees que de haber seguido con aquella estrategia todavía estarían por debajo?

Fernando Vivas

Fernando Alvarez Jurado dijo...

Bueno, no dudo que con la nueva estrategia puedan conseguir más votos (lo desconozco), pero para los que creemos que la política es algo más que un simple mercadeo de votos y un todo vale para alcanzar el poder, el éxito radica en otra cosa. Es la coherencia, la defensa de prinipios y valores sólidos no sometidos al vaivén del sondeo o la opinión púlica y publicada, lo que convierte a un partido en referente ético. Así fue como consiguió el PP convencer a millones de ciudadanos de que era el referente político y moral frente al relativismo del Gobierno Zapatero. No creo que crispar sea estar con las víctimas del terrorismo, defender la libertad, apoyar a personas que como María San Gil dignifican la política o plantar cara sin complejos al totalitarismo nacionalista. ¿Que si creo que de "seguir con aquella estrategia estarían por debajo"? Pues mira, moral y éticamente, que es lo que yo valoro en política, no, por supuesto que no. La clave está en plantearse qué es lo importante en política: alcanzar el poder a cualquier precio o mantener una línea clara en defensa de los principios por los que, por cierto, han dado la vida muchos compatriotas en el País Vasco.

Anónimo dijo...

Utilizar las víctimas del terrorismo y todo su entorno, María San Gil incluida, como único argumento para defender unos principios morales y éticos con los que alcanzar el poder, me temo que, a fuerza de estar constantemente repitiendo el sonsonete, es una estrategia que cansa a cualquiera, amén de poner de manifiesto tener poca imaginación. No quiero con esto alinearme con la cobarde política llevada a cabo por el Gobierno socialista en materia de terrorismo. ¡Ni mucho menos!. Yo, que pertenezco a la profesión que con más muertos viene contribuyendo a la lucha contra ETA, siglas, que por cierto llevan en su significado español la hermosa palabra "LIBERTAD", creo saber lo que digo. Que pese al daño que nos hace a todos el terrorismo, podamos seguir viendo el bosque de la libertad.
Pienso honradamente que el PP tiene que utilizar otros recursos, hacer otras propuestas para ilusionar de nuevo a esa gran masa de españoles que estamos hartos de estar hartos del sectarismo intolerable y egoista del Gobierno socialista. Que el márchamo de la libertad y del progreso no puede ser exclusivo de ellos. No vale cambiar para que todo siga igual. Hay que variar el rumbo y dejarse de sensiblerías o sentimentalismos. Mantengamos los principios, por supuesto, pero mostremos a la sociedad, y sobre todo a la juventud, que mas allá del terrorismo sigue habiendo vida. Los valores, la mayor parte heredados, tienen que adaptarse a nuevos tiempos, sin que ello signifique perderlos. Innovación. No dejar que se nos pare el reloj.
Me dijo mi padre antes de morir, que "sea como fuere el camino, ancho o estrecho, al final solo es camino, bien o mal andado"

Saludos, Fernando Vivas

Fernando Alvarez Jurado dijo...

Creo que han quedado claras nuestras posturas. Doy por zanjada la polémica y que los lectores saquen sus conclusiones de lo que considero que ha sido un fructífero cambio de pareceres. Gracias por tus aportaciones, Fernando. Intervenciones así son las que dan vida a un blog. Animo a los lectores a que también expresen libremente sus impresiones y pareceres.

Anónimo dijo...

Creo que soy el ultimo monarquico convencido de España . Posiblemente lo sea porque soy anti republicano . Vease la experiencia de la II Republica. Los Reyes han dado estabilidad y prosperidad a España , eso es indudable . Tambien es indudadble que hay Grupos mediaticos muy interesados en acabar con la Monarquía y estan deseando tener el mas minimo motivo para lanzar toda una ofensiva de improperios y descalificaciones . Por eso la Monarquía debería intentar al menos por el momento pasar desapercibida en sus actos no oficiales . Dicho esto y parafraseando a Tico Medina lo que mas me gusta de la Reina es que pueda decir lo que le de la gana . No olvidemos que el Jefe del Estado es el Rey y ella es la consorte . Distinto hubiese sido que el Rey se pronunciase en esos terminos. Tanto es así que la princesa Leticia ya no será Reina por Ley sino que seguirá siendo princesa y el unico Rey será el Jefe del Estado . Hay 3 partes en esta polémica . una el contenido , otra la periodista elegida y la tercera el momento . En cuanto al contenido que diga la Reina lo que le parezca `. Lo que pasa es que lo que ha dicho no le gusta a la izquierda . Mira como no han dicho nada de los toros , de que sea vegetariana o de que no le guste la caza ? . E n cuanto a la periodista debería haber escogido a otra ya que no es bueno repetir y es mas aconsejable dar oportunidad a otros periodistas sin entrar en lo peligroso que me parece que el Opus Dei esté tan cerca de la Casa Real . Y por ultimo en cuanto al momento elegido no es desde juego el mas propicio. Dicho esto DIOS SALVE A SUS MAJESTADES . VIVA EL REY Y LAREINA . EL ULTIMO MONARQUICO

Anónimo dijo...

Sobre el tema de la Reina doña Sofía, la cual me parece un modelo ciertamente de majestad y saber estar aunque mi tendencia es prorrepublicana (lo cual no quiere decir progresismo fatuo ni libertinaje). Reconozco a los Reyes de España su papel en la transición de un estado autoritario a un estado más o menos democrático. Valoro incluso la incomprensión que ciertos sectores como el partido comunista (actual Izquierda Unida) y la derecha nacionalista (PNV y CIU) han sometido a la institución y a los símbolos patrios (bandera y fotos de los reyes). Percibo una simpatía natural del rey por Felipe González, algo que no se dio con Jose María Aznar y aún menos con Jose Luis Rodríguez Zapatero.
La Reina, en cuanto a persona, puede y debe opinar. La pena es que sus palabras caigan en los sacos rotos de los mentideros televisivos. Los actos se ejecutan por acción u omisión. El silencio en ciertas situaciones puede ser mal interpretado. Una monarquía que ha tragado sapos como el de la Princesa de Asturias (no por fea la muchacha, vive Dios, si no el de su casamiento "religioso" previo a uno civil),el de jaimede Marichalar o la avidez económica de Iñaki Urdangarín puede y debe pronunciarse sobre los cambios del país. No todos los cambios tienen que gustar a todos los españoles y desde el respeto es una muestra de una opinión diferente sobre la que supongo que hay muchas. Pongamos un ejemplo histórico: los liberales legislaron en Cádiz 1812 una constitución contraria al sentir mayoritario de su pueblo (absolutista 100 %) y no los dejaron participar en el gobierno hasta la segunda república (pero siempre tutelados por pequeñoburgueses). Las palabras de los Reyes y líderes políticos desde el respeto son sólo palabras si no van acompañadas de actos contrarios a las mismas. ¿Qué sucederá con el polémico matrimonio homosexual? Que el día que el PP recupere el poder lo permitirá. ¿Qué hizo el PP con la LOGSE? Mantenerla. De todas formas y maneras hay que diferenciar al rey de la reina: él es el jefe del Estado. Nos guste o no