miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los santos inocentes

Hoy es 28 de diciembre, pero esto no es una broma. Más de cien mil abortos voluntarios se practican al año en España. Es una cifra que debe avergonzarnos a todos. Este auténtico genocidio del siglo XXI sólo lo es posible con la actitud irresponsable de una clase política que legisla contra la vida y una socedad que mira para otro lado y no toma conciencia de la gravedad del problema. Si estos datos de por sí no fueran alarmantes, el Gobierno socialista de ZP lejos de intentar atajar este atropello aprobó una ley que permite el aborto libre en las 12 o 14 primeras semanas de embarazo. Con esta ley que convierte un delito en un derecho cualquier mujer que quiera abortar en España podrá interrumpir su embarazo sin necesidad de cumplir más requisitos que el de encontrarse en esas 12 o 14 primeras semanas de gestación. Esta ley de plazos es similar a la que está vigente en países como Alemania, Dinamarca, Austria, Grecia y Portugal donde esta atrocidad lleva años practicándose. Actualmente en España el aborto está despenalizado solo si se cumplen ciertos supuestos, como violación, malformación del feto o riesgo para la madre.
Es de esperar que el Partido Popular salga de su prudencia y distanciamiento en este tema y no se limite a criticar el nuevo proyecto de ley, alegando que supone una estrategia de distración frente a la crisis económica. Le pedimos desde aquí que enarbole la bandera de la Vida frente a la cultura de la muerte, independientemente de su rentabilidad electoral o no. Si quiere tener credibilidad ante los ciudadanos debe sumarse con claridad a todas la iniciativas sociales de protesta y realizar las acciones legales necesarias para derogar esta siniestra ley de plazos. Hay que recordar que en 1985 el Tribunal Constitucional emitió una sentencia asegurando que el artículo 15 de la Carta Magna --"todos tienen derecho a la vida"-- protege también al nasciturus. Al igual que en Alemania las generaciones posteriores al holocausto judío interpelaron a sus padres y abuelos preguntándoles qué había hecho ellos ante la matanza de millones de judíos en las cámaras de gas y muchos bajaron la cabeza avergonzados, llegará un día en el que tendremos que explicar a las generaciones futuras cúal fue nuestra actitud -de compromiso o pasividad- frente al asesinato de los santos inocentes.



lunes, 5 de diciembre de 2011

La Constitución treinta y tres años después


Hoy es un día para la reflexión. Hace treinta y tres años que la Constitución fue referendada por el pueblo español. Tras décadas de enfrentamientos fratricidas, el espíritu de concordia y la voluntad de consenso marcó la línea de actuación de gran parte de la clase política que supo subordinar sus intereses partidarios al interés general. Fue un éxito colectivo: los sectores más reformistas y avanzados del franquismo, la oposición más dialogante, sindicatos, empresarios, militares, en definitiva, la sociedad española ansiaba culminar un proceso que trajera a España estabilidad política, prosperidad económica, la paz social y la unidad de todos los españoles para afrontar los grandes retos del futuro. Treinta años después, es necesario por un lado cumplir y hacer cumplir algunos de los artículos que parecen olvidados y al mismo tiempo realizar reformas constitucionales tendentes a reforzar la libertad y la igualdad de derechos de todos los españoles, sea cual sea el territorio donde vivan.
¿Qué reformas habría que afrontar cuanto antes? En estas tres décadas han quedado claras las intenciones del nacionalismo de quebrar el principio de igualdad y de atentar contra la base misma de la convivencia nacional. A pesar de su caracter minoritario han tenido en múltiples legislaturas la llave de la gobernabilidad sometiendo a permanente chantaje a las mayorías políticas. Urge, pues, una reforma de la ley electoral que impida que estos pequeños partidos obtengan una representación que no les corresponde. Solo así se podrá realizar una política de sentido nacional pleno. A su vez , es oportuno replantearse el modelo autonómico. Las sociedad española no puede mantener un sistema tan costoso en lo económico y tan cuestionable en lo político. Competencias como la eduación están haciendo estragos en aquellas comunidades gobernadas por políticas de exclusión lingüística.
Por último, paso a detallar, entre otros, algunos de los artículos de la Constitución que deberían ser de obligado cumplimiento y que hoy se conculcan. Exijamos desde la ciudadanía libre y responsable a la clase política el pleno desarrollo de estos artículos:

- La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles (artículo 2)
- El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho de usarla (artículo 3. 1)
- Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas. Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.
(artículo 4.2)
- Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos (artículo 6)
- Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral... (artículo 15)
-Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional (artículo 19).
- Se reconoce y protege el derecho a la libertad de cátedra (artículo 20.1.c)
- Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España (artículo 30.1)
- Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos (artículo 47)
-Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado. Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español (artículo 139).

jueves, 20 de octubre de 2011

Comunicado de ETA



No es un día para la esperanza. La única noticia positiva es la derrota de ETA y sus cómplices y por desgracia esto no se ha producido. El comunicado de esta banda de asesinos es más de lo mismo. Ni anuncian su disolución, ni muestran el más mínimo arrepentimiento ni piden perdón a las víctimas de su actividad criminal. No se sienten derrotados sino victoriosos. Controlan, gracias a Zapatero y el Tribunal Constitucional, la Diputación de Guipúzcoa, San Sebastián y centenares de ayuntamientos. No hay paz sin LIBERTAD y el miedo continúa en el País Vasco. Esta lamentable escenificación a un mes de las elecciones no es sino el favor que ETA debe a Zapatero. Ahora más que nunca digamos bien alto: Memoria, Dignidad y Justicia.

sábado, 27 de agosto de 2011

Partitocracia


La degeneración del actual sistema político en España no es un fenómeno nuevo. A prinicipios del siglo XX polítólogos italianos de la talla de Mitchel, Mosca o Pareto analizaron los procedimientos que conducen a la democracia a un lento proceso de desnaturalización. La aparición y perpetuación de oligarquías ligadas a los partidos políticos, convertidos en grupos de poder e influencia endogámicos, van transformando la democracia en partitoctracia. Para constatar los primeros síntomas de esta preocupante realidad habría que remontarse al período constituyente. En efecto, en la Transición hubo un acuerdo general en dotar de gran poder a los partidos políticos tras cuarenta años de dictadura. Si entonces podía tener su sentido hoy lo carece por completo. Es pues uno de los aspectos claramente revisables del texto constitucional. Como consecuencia de este excesivo protagonismo, tenemos hoy la desastrosa ley de financiación pública de los partidos, la injerencia de estos en otros poderes del Estado como el judicial o la ausencia de democracia interna. La democratización de los partidos es sin duda una asignatura pendiente que nadie quiere afrontar. ¿Cómo van a regenerar la democracia quienes no la ejercen?
Utilizando como excusa las reivindicaciones nacionalistas, con la famosa frase de "café para todos", los partidos políticos se lanzaron al reparto del poder. Crearon así múltiples administraciones -nacional, autonómica, provincial, local- que en la mayor parte de los casos duplican sus competencias. Con ello se aseguraban los suficientes cargos y subcargos para colocar a los del partido. Este despilfarro de presidentes autonómicos -veinte en todas España-, consejeros o ministrillos -unos trescientos cincuenta- directores generales -más de tres mil quientos- subdirectores, comisionados, subcomisionados, asesores y otras lindezas corren, a cargo de las sufridas clases medias que con su esfuerzo y trabajo están sosteniendo un sistema que sólo beneficia a las oligarquías políticas y que ha llegado un momento en el que es insostenible económicamente e ineficaz políticamente. Este asunto, como el de los liberados sindicales, es uno de los innumerables tabús que nadie se atreve a poner sobre la mesa. En este tema los partidos, todos sin excepción, funcionan como una casta y los ciudadanos lo sufrimos. Pregunten a un político de cualquiera de los partidos parlamentarios si estaría de acuerdo con la autofinanciación, el sistema de elección del poder judicial o la reducción de administraciones, seguro que le contestará que estos temas no están en la agenda política.



Los escándalos que estos días aparecen en los medios de comunicación, en medio de una profunda crisis de insosprechadas consecuencias, no es sino la punta del iceberg de la corrupción institucionalizada de un sistema que cada vez se parece menos a la democracia y más a la partitocracia. La clase política no predica con el ejemplo. La austeridad no se encuentra en su vocabulario cotidiano. Los ciudadanos no deben persistir en la servidumbre que se desprende de su pasividad. La sociedad civil articulada como contrapeso del poder, esencial según Tocqueville en toda democracia plenamente desarrollada, y el ciudadano libre e insobornable han de manifestar su rechazo e indignación frente al permanente atropello perpetrado por la clase política. De este compromiso cívico no solo saldrá ganando la democracia sino todos y cada uno de nosotros.

miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Sálvese quien pueda!

El paso de Zapatero por la política española no sólo ha causado estragos en la sociedad española sino también en su propio partido. El PSOE se ha plegado en los últimos años a las políticas oportunistas, provocadoras, ineficaces, sectarias del peor presidente en la historia de la democracia en España. Ahora cuando es más que probable el batacazo electoral de los socialistas, muchos empiezan a abandonar el barco. El primero que anunció su posible retirada en un almuerzo con periodistas fue el hablador manchego y ablatino latino, José Bono. Acto seguido, el incombustible Alfonso Guerra, aquel que quiso matar a Montesquieu y dejar a España que no la conocería ni la madre que la parió, apuntó que quizás no estaría en las listas de los próximos comicios. También Carmen Calvo (pixie y dixie), la misma que quitó a todos los españoles la titularidad del dinero público, prefiere dedicarse a sus labores profesionales antes que -se justifica- compartir cartel electoral con la multicolor Rosa Aguilar cuyo rojo desteñido pasea por las cancillerías europeas. Y no podía ser menos en esta huida masiva, la etérea Elena Salgado, quien poco después de trascender que la número dos de Alfredo Pérez Rubalcaba sería Elena Valenciano, la ministra de Economía, que ha estado en todos los Ejecutivos de Zapatero, comunicó a la dirección del PSOE su decisión de no presentarse.

Pues bien, el último en admitir sus dudas ha sido el vicepresidente de Política Territorial y presidente del PSOE y antiguo "virrey" de Andalucía. Manuel Chaves ha reconocido, en declaraciones a la agencia Efe, que está "madurando" su decisión de presentarse o no a las próximas elecciones generales. En su opinión, "nadie es imprescindible, y quien lo crea, comete un error". No, si lo que muchos pensamos es precisamente que él ha sido prescindible, y de qué manera, en la política andaluza y española desde que decidió dedicarse a la cosa pública. No creo que sea el último en engrosar esta lista de auténtica "espantá". Corren malos tiempos para el socialismo español. Se hace más que necesaria una refundación del PSOE tras esta negra etapa de zapaterismo que afortunadamente toca a su fin.

martes, 23 de agosto de 2011

Qui prodest, Alfredo?

Hay que cambiar el modelo de Estado. Es evidente. La crisis económica que padecemos ha llevado al debate político la necesidad de replantearse la organización territorial del Estado. Algunos hace bastantes años venimos advirtiendo que esta situación es insostenible, no sólo por el alto coste que supone, sino también por la ineficacia demostrada y, por supuesto, por el imparable proceso de desvertebración nacional. La existencia de cinco administraciones -municipal, provincial, autonómica, central y europea- no ha redundado en un mejor servicio al ciudadano de a pie; a quien ha beneficiado es a los partidos políticos que las han usado para repartirse el poder y colocar a los suyos para seguir viviendo de la cosa pública como demuestran las auditorías que se están realizando. La mayoría electoral socialista en los ayuntamientos, especialmente en municipios pequeños, le ha dado al PSOE en las últimas décadas el control de la mayor parte de las Diputaciones provinciales que han utilizado en beneficio propio. El vuelco electoral que se produjo en las elecciones del pasado mayo ha cambiado el paisaje. El PP domina la mayor parte de las Diputaciones, incluso en Andalucía y Extremadura, algo hasta hace poco impensable.


Nunca habíamos oído a los dirigentes del PSOE hablar de reformas en el modelo de Estado y ahora el candidato Rubalcaba se muestra partidario eliminar las Diputaciones. Precisamente en febrero, tres meses antes de las elecciones municipales, el grupo socialista en el Congreso defendía sus existencia en el debate sobre el Estado de la Nación. De hecho rechazaron la propuesta del BNG y ERC que pedían la supresión de las corporaciones provinciales. La propuesta de Rubalcaba sustituiría las Diputaciones por consejos de alcaldes. Estos consejos estarían presididos por un alcalde, elegido por el resto de los regidores. Preguntado por qué ha pasado de defender la existencia de estas Diputaciones a realizar ahora esta propuesta, Pérez Rubalcaba, con la desfachatez que le caracteriza, ha contestado escueto: "Porque las cosas cambian". Una vez más los políticos adaptan su discurso al interés partidista y no al interés general. Llegará un momento en que la sociedad diga basta a este oportunismo que hace que aumente cada vez más la desafección ciudadana hacia la clase política y, lo que es más grave, hacia la democracia.

lunes, 22 de agosto de 2011

¿A qué juega el PSOE?

El diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano (Bildu), comentó el pasado viernes que los atentados perpetrados por la organización terrorista ETA en Cataluña fueron "más que un error", y ha sostenido que los vascos deben especial respeto a las víctimas catalanas pues "sucedió en un momento en que la sociedad vasca había recibido mucho apoyo de los catalanes" Estas impresentables declaraciones en las que este filoterrorista distingue tipos de víctimas no es solo un nuevo insulto a la memoria de las mil víctimas del terrorismo etarra sino también una afrenta a la sociedad española que tiene que soportar el escarnio de los que durante décadas han sembrado el terror y han laminado los deseos de convivencia de varias generaciones de españoles. Pues bien, ahora resulta que el presidente del Senado, el socialista vasco Javier Rojo declara en relación a Bildu que "o cambia de comportamiento" o su partido podría plantear una moción de censura en la Diputación de Guipúzcoa. ¿A qué juega el PSOE? Si Bildu está en las instituciones se debe, no sólo a la degradación moral de una parte importante de la sociedad vasca que les ha votado, sino también, y fundamentalmente, a la firme determinación del Gobierno de Zapatero, y sus terminales judiciales y mediáticas, de dar pasos en el llamado "proceso de paz" que no es sino un paso más en el vergonzante proceso de rendición y claudicación del Estado frente al nacionalismo en todas sus manifestaciones. ¿Es que esperaban algo de Bildu en las instituciones? Cuando se constituyeron los ayuntamientos y las Diputaciones pudieron haber impedido, votando a favor de la constitución de mayorías con el PP y PNV, el acceso al poder de la coalición proetarra en gran cantidad de corporaciones municipales y, por su puesto, en la Diputación de Guipuzcoa. El PP lo planteó reiteradamente, pero no quisieron. Ahora escenifican un desencuentro, incluso, asómbrense con la indignación de Odón Elorza. Sin duda el PSOE está en lo de siempre, amplificado ahora por la cercanía de las elecciones generales, es decir, en el doble juego de suave rechazo y cercanía con el mundo batasuno. El PSOE hace mucho que perdió la credibilidad en todo lo relacionado con el terrorismo. Las víctimas y la mayor parte de la sociedad española lo saben y espero que paguen electoralmente por ello.

domingo, 21 de agosto de 2011

Silencio atronador

Son muchos los momentos inolvidables que nos han dejado las Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas estos días en Madrid, pero quizá el más impactante se produjo ayer en Cuatro Vientos, durante la Vigilia, cuando un manto de silencio caía sobre los cerca de dos millones de jóvenes mientras el Papa permanecía arrodillado, rezando, ante la imponente Custodia de la catedral de Toledo. Rodeados y saturados como estamos en esta época de ruidos varios, valores dominantes de una sociedad a la deriva, la comunión espiritual que se produjo en esos minutos fue una experiencia realmente conmovedora y cargada de esperanza. Ruidos, que por desgracia forman parte de nuestra vida cotidiana, como el egoísmo y el consumismo materialista, la cultura de la muerte, el relativismo, la soberbia, la mentira, la falta de respeto, la trivialización, el nihilismo y el vacío existencial no se escucharon pues un silencio atronador de millones de jóvenes en oración y recogimiento anunció la esperanza de una nueva Civilización de entrega a los demás, de defensa de la Vida, de respeto al prójimo, de Verdad, de trascendencia y de sentido profundo de una existencia dignificada por la gracia del Espíritu

sábado, 20 de agosto de 2011

Siniestro brindis

Las fotos del portavoz del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián, Ramón Gómez Ugalde, brindando y departiendo alegremente con el alcalde proetarra Juan Carlos Izaguirre no sólo constituye un error, como comenta la dirección popular, sino un auténtico insulto a la ciudadanía que deposita su confianza en el Partido Popular y, por su puesto, a las víctimas del terrorismo. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha apoyado a su portavoz en San Sebastián, y ha dicho que "no se puede cuestionar su vida y su trayectoria". Señor Basagoiti, nadie ha cuestionado la vida ni la trayectoria de nadie, pero al igual que usted pide respeto por su pasado le ruego que condene de forma enérgica su presente, el brindis macabro de su protegido político. No me imagino a Gregorio Ordóñez cometiendo este "error", como lo llaman ustedes. De hecho al ágape ni siquiera asistió el Partido Socialista vasco. Si allí estaban los representantes del PP, me imagino que lo hicieron con alguna intención que se me escapa en estos momentos. Estos comportamientos hay que condenarlos lo haga el partido que lo haga y los afiliados y simpatizantes del PP son los primeros que deberían denunciarlo.
También hay que recordar que fue Gómez Ugalde quien, tras la vergonzante elección de San Sebastián/Bildu como capitalidad cultural para el 2016 y ante el anuncio de impugnación por parte del alcalde de Córdoba, el popular José Antonio Nieto, declaró que "no van a permitir que nadie ponga en duda que San Sebastián se merece la capitalidad. No voy a permitir que ningún alcalde, por muy del PP que sea, nos haga daño” y anunció que va a provocar una reunión con la dirección nacional del PP "para que se deje este tema en paz”. Gruesas y enérgicas palabras que contrastan con el buen rollito y la amplia sonrisa que despliega ante el alcalde filoterrorista.


Este nuevo PP vasco que no duda en defender a su concejal, minimizando su execrable actitud, es el mismo que, con el vistobueno de la dirección nacional, no dudó en defenestrar a políticos de la talla de María San Gil, Regina Otaola, Santiago Abascal, Pilar Elías, Carlos Iturgáiz o Mayor Oreja que han dignificado la política con su incansable defensa de los valores de la Nación y la Libertad. De hecho, José Antonio Ortega Lara abandonó el Partido Popular ante la deriva que estaba tomando el partido. Vienen tiempos difíciles en los que es necesario mantener y reforzar la determinación, la firmeza frente a los terroristas y sus cómplices. Viendo las risas de estas fotos no puedo dejar de recordar las lágrimas que han hecho verter en San Sebastián y en toda España los amiguitos del actual alcalde donostiarra

jueves, 18 de agosto de 2011

Laicismo totalitario


Ya está aquí el Papa y con él toda la energía espiritual de cientos de miles de jóvenes provenientes de los cinco continentes que lanzan al mundo un mensaje de esperanza. Por desgracia, junto a esta limpia manifestación de vitalidad y fe, los de siempre vuelven a señalarse ensuciando con un discurso que destila odio, cargado de resentimiento, las Jornadas Mundiales de la Juventud. Son los laicistas totalitarios que no sólo se conforman con mofarse del sentimiento religioso de un sector mayoritario de la sociedad española, como hemos visto reiteradamente en programas basura de televisión, sino que además centran su objetivo vital en la persecución de toda manifestación que tenga que ver con la religión católica. Porque estos mismos que tan agresivos e intolerantes se manifiestan contra los católicos, no sólo callan sino que piden respeto y consideración con todas las demás credos religiosos, aunque conculquen los derechos humanos. No nos engañemos. En el fondo, el modelo que defienden estos totalitarios que se manifiestan contra la visita del Papa es el régimen criminal comunista que en distintos países ha perseguido a los católicos y ha sembrado de cadáveres, cien millones, la historia reciente de Europa y Asia. Además estos laicistas sectarios no pueden soportar que ni todos los indignados juntos, ni los sindicatos y sus liberados en pleno, ni los partidos políticos, sumando a todos sus afiliados y simpatizantes, sean capaces de reunir a tantísimos jóvenes, como lo hace la Iglesia. Han caído imperios, regímenes, ideologías pero tras veinte siglos la Iglesia sigue en pie, a pesar de sus enemigos. Ladran, luego cabalgamos.

sábado, 11 de junio de 2011

¿Autoritarismo o totalitarismo?

A raíz de la publicación del Diccionario Biográfico Español hace unas semanas por la Real Academia de la Historia, bajo la dirección del historiador Gonzalo Anes, ciertos sectores de la más rancia izquierda política e intelectual han puesto el grito en el cielo ante lo que consideran una apología del franquismo realizada por el autor de la entrada de Francisco Franco, el historiador Luis Suárez. En la semblanza de este personaje Luis Suárez , según los que se autoerigen en garantes de las esencias democráticas y de la interpretación de la Historia, comete la "barbaridad" de calificar la el régimen de Franco de autoritario y no totalitario. Sin entrar en argumentos históricos y en debatir conceptos de filosofía política, que desde hace décadas dejó clara la distinción existente entre los regímenes autoritarios y totalitarios, recurren al insulto y defienden la mordaza y el dirigismo ideológico para imponer su visión de la historia desde la manipulación.

Para explicar la distinción entre el autoritarismo y el totalitarismo recurriré a la pretigiosa figura del intelectual ruso Alexander Solzhenitsyn quien en su visita a España en los primeros años setenta realizó una comparación entre el régimen soviético y el de Franco. Fue en el mítico programa de José María Íñigo, Directísimo. Él que venía de vivir en sus propias carnes los rigores de la represión comunista, le parecía por comparación liviano el régimen español. Algunos no entendieron entonces y tampoco ahora que lo que el Premio Nobel ruso estaba haciendo, al igual que el prestigioso historiador y politólogo Juan Linz, era una distinción entre un régimen autoritario y otro totalitario. Es en este contexto en el que hay que valorar las palabras de Solzhenitsyn. Los dos modelos de dictadura son rechazables, ambos liberticidas, pero sin duda los regímenes totalitarios –fascismo, nazismo y comunismo lo son- tienen una características específicas que los distinguen de los autoritarios. El régimen de Franco sólo tuvo componentes totalitatrios, fascistas, en sus primeros años, pero muy pronto se transformó en un régimen autoritario al que se le pueden aplicar las características que según Linz lo identifican:

• Existencia de un pluralismo limitado y no responsable, en contraposición al poder centralizado de los totalitarismos.

• Existen grupos activos políticamente, como el ejército, la iglesia, las organizaciones empresariales, no responsables, porque no están sujetos a elecciones competitivas. Este conjunto de actores se constituye en una coalición dominante, en la que se da una alianza o pacto que permite la estabilidad del régimen

• Mentalidad frente a ideología: en los regímenes autoritarios hay una mentalidad generalizada que sirve para justificar y sostener el régimen. En los regímenes totalitarios existe una actitud intelectual que tiene como base unos valores generales sobre los que hay un acuerdo entre los actores

• Ausencia de movilización política a causa de la despolitización de las masas. La sociedad se sitúa fuera de la actividad política, con el mínimo nivel de participación y controlada desde arriba. En los totalitarismos, sin embargo, se produce una movilización constante de la población, gracias a la manipulación ideológica de las masas

• El poder está en manos de un líder o grupo reducido; y si existe un partido único no está bien organizado ni monopoliza el acceso al poder, y no tiene una entidad ideológica


• Existen unos límites formales al poder, predecibles, pero al definidos. Estos límites son unas normas y procedimientos de actuación, a los que el régimen se somete, pero los cuales pueden ser cambiados de forma prerrogativa.

• La dictadura totalitaria implica frentre a la autoritaria un mayor control de la educación, de los medios de comunicación y, sobre todo, de la vida privada de los individuos.

Con esta distinción no se trata de justificar, bajo ningún concepto la dictadura franquista, sino de aclarar la naturaleza política de los regímenes contemporáneos. La transición política en España fue posible, entre otras cosas, por el caracter no totalitario de la dictadura franquista, algunos de cuyos agentes políticos y sociales adoptaron el discurso del reformismo, frente a los ortodoxos del régimen, que propició el modélico paso de la ley a la ley.

Reproduzco un estracto de la entrevista realizada por Íñigo y a continuación la dura reacción que produjo en autores como Juan Benet en la revista Cuadernos para el diálogo.

... vuestros círculos progresistas se complacen en llamar al régimen existente «dictadura». Yo, en cambio, llevo diez días viajando por España, desplazándome de riguroso incógnito. Observo cómo vive la gente, lo miro con mis propios ojos asombrados y pregunto: ¿saben ustedes lo que quiere decir esta palabra, conocen ustedes lo que se esconde tras este término?Voy a proponerles algunos ejemplos.Un español cualquiera no está vinculado a un lugar determinado, a una ciudad o a un pueblo donde tiene forzosamente que residir. Puede desplazarse de un lugar a otro según le plazca. Nuestro ciudadano soviético, en cambio, no lo puede hacer: estamos encadenados a nuestro lugar de residencia por la famosa propiska, el visado de la policía. Las autoridades locales deciden si puedo cambiar de residencia o no. Estoy totalmente en sus manos, pueden hacer conmigo lo que quieran.


Luego me entero de que los españoles pueden salir libremente de su país. En la Unión Soviética esto no existe. Desde hace poco, bajo la presión de la opinión pública mundial, y especialmente de los Estados Unidos, se está dejando salir a una pequeña parte de los judíos. Pero la otra parte y todos los demás pueblos que habitan la URSS están privados de este derecho. Nos encontramos en nuestro propio país como en una cárcel. Paseo por Madrid, o por otras ciudades españolas, de las cuales he visitado doce, y veo que en los quioscos se venden los principales periódicos europeos. En cambio, si en mi país apareciera un periódico extranjero a la venta, se alargarían diez manos para agarrarlo.

Veo, otro ejemplo, que aquí funcionan libremente las fotocopiadoras, cualquiera por cinco pesetas puede sacar libremente una fotocopia. En nuestro país tal cosa no sólo está prohibida, sino que es delito: toda persona que utilice una copiadora para fines particulares y no para el Estado, para la Administración, será condenado por actividades contrarrevolucionarias. En su país, puede que con algunas limitaciones, están autorizadas y tienen lugar algunas huelgas. En nuestro país, en sesenta años jamás fue autorizada una sola huelga. En los primeros años del régimen, los huelguistas cayeron bajo ráfagas de ametralladora, o fueron encarcelados como contrarrevolucionarios, aunque sólo exigían mejoras de carácter económico. Hoy día, ya a nadie se le ocurre, a nadie se le pasa por la cabeza, la idea de organizar una huelga. Más todavía: publiqué un día en la revista Novi Mir una narración, Por el bien de la causa. En ella, un personaje, un estudiante, pronunciaba la frase «Vamos a hacer huelga». Pues bien, antes de que la narración pasara la censura, ya la propia mesa de redacción de la revista eliminó la palabra «huelga». La palabra «huelga» está prohibida en mi país.No, vuestros progresistas pueden usar la palabra que quieran, pero «dictadura» no.

¡Si nosotros tuviéramos las libertades que tienen ustedes, nos quedaríamos boquiabiertos, exclamaríamos que es algo nunca visto!Desde hace sesenta años, no tenemos ninguna libertad. Hace poco en vuestro país se proclamó una amnistía. Algunos dicen que fue una amnistía limitada. Pero sin embargo a los terroristas, que con las armas en la mano luchaban contra el orden establecido, se les rebajó parte de la condena.A nosotros, en cambio, en sesenta años sólo se nos concedió una amnistía, ¡y ésta sí que fue limitada! Nosotros íbamos a la cárcel para morir allí. Muy pocos regresaron para contarlo. Claro, esta experiencia comunista, la hemos padecido en carne propia, y después de estas monstruosas pérdidas, tenemos ya una vacuna contra el comunismo, una vacuna como no la tiene nadie en Europa: actualmente en nuestro país, si alguien en una reunión, en una conversación entre amigos, plantea seriamente el problema del comunismo, nadie querrá escucharlo, lo tornarán por tonto. Espiritualmente nos hemos librado del comunismo, pero antes hemos recorrido la vía del martirio, hemos vivido tiempos terribles. Rusia ha realizado un salto histórico. Rusia, por su experiencia social, se ha colocado muy por delante del mundo entero. No quiero decir con esto que sea un país adelantado: al revés, es un país de esclavos. Pero la experiencia que hemos vivido, las vicisitudes que hemos atravesado, nos colocan en la extraña situación de poder contemplar todo lo que pasa actualmente en Occidente en nuestro propio pasado, y prever el futuro de Occidente en nuestra presente situación actual. Todo cuanto ocurre aquí ya ha ocurrido en Rusia hace tiempo, hace muchos años. Es una perspectiva realmente de ciencia-ficción: estamos viviendo los hechos que están ocurriendo en Occidente hoy, y sin embargo, recordamos que esto mismo ya nos pasó hace muchísimo tiempo a nosotros. En los años sesenta del siglo pasado el Emperador Alejandro II comenzó a llevar a cabo un vasto programa de reformas. Quería reorganizar paulatinamente a Rusia para implantar la libertad y el desarrollo. Pero un puñado de revolucionarios lanzó en 1861 una proclama en la que decían que querían reformas más radicales y más rápidas, que no podían ni querían esperar.Temiendo que el bienestar general pudiera provenir del rey, y no de ellos, proclamaron el terror.En 1861 Alejandro 11 abolió la servidumbre de los campesinos; en 1864 reorganizó completamente la administración de justicia, llevando a cabo la gran reforma judicial. Pues bien, los revolucionarios intensificaron sus actos terroristas. Hubo siete atentados contra el zar, le daban caza como a una fiera. Y al final, en el año 1881, lo mataron.Y después de esto, empezaron a matar primeros ministros, ministros del Interior, gobernadores civiles, gobernantes en general. Así empezó una guerra entre los revolucionarios y los círculos dirigentes del gobierno. Toda la opinión liberal no se oponía a los revolucionarios, antes por el contrario, los alentaba: cualquier asesinato de un estadista, de un ministro, la estusiasmaba, suscitaba su aplauso. A los revolucionarios les ayudaban a esconderse, a escapar, los celebraban como si no fuesen culpables de nada en absoluto.Repito, esto ocurría en nuestro país en el siglo xix, hace cien años, y esto es lo que está ocurriendo en toda Europa, en el mundo entero, hoy.


Hemos sido testigos el otoño pasado de cómo la opinión occidental se indignaba mucho más por cinco terroristas españoles que por el aniquilamiento de sesenta millones de víctimas soviéticas. Vemos hoy cómo la opinión progresista exige reformas inmediatas, a toda costa, saluda los actos terroristas y se alegra de ellos.Esto lo tuvimos nosotros hace cien años, y desde vuestro futuro puedo contar cómo acabó la cosa: ambos bandos se endurecieron en sus posturas, los terroristas y los círculos dirigentes cada vez se fueron odiando más, los círculos liberales comenzaron a odiar al gobierno, el cual no podía hacer nada contra ello; las reformas se detuvieron, pues aún lo que el gobierno podía conceder, ya no lo concedía, el odio anidaba en todas las almas, todos querían todo a la vez. Y así tuvimos las revoluciones de 1905 y 1907, y después la de 1917. El resultado fue la aniquilación de ambos bandos: fueron aniquilados todos los círculos dirigentes de Rusia, la nobleza, el empresariado, la intelectualidad liberal. Lo que sobrevivió de la intelectualidad se fue al extranjero, y en el país comenzó lo que describo en el libro Archipiélago Gulag, que costó al país sesenta v seis millones de muertos. Yo lo cuento ahora aquí, pero no sé yo mismo sí en general es posible transmitir la experiencia de hombre a hombre, de país a país. Hace poco todavía pensaba que sí, y así lo dije en mi discurso de Premio Nobel: creía que a través de la literatura de creación sí era posible transmitir experiencia a otras personas. Pero ahora ya lo dudo, y pienso que cada país, cada sociedad, cada hombre, debe repetir todos los errores cometidos por otro país, otra sociedad, otro hombre, y sólo aprenderá cuándo ya sea tarde.

Observo ahora vuestra juventud, la he estado observando en toda España, y tengo la impresión de que en mi cabeza, en mis oídos, en mis ojos, se ha mantenido más la imagen de vuestra guerra civil que en esta juventud.Hoy, naturalmente, la idea de vuestros círculos progresistas es obtener cuanta más libertad, colocar cuanto antes a vuestra sociedad al nivel de los demás países occidentales europeos. Pero yo quisiera recordarles que en el mundo de hoy, en nuestro planeta, los países democráticos ocupan una islita, una parte muy reducida. La mayor parte del mundo se encuentra bajo el totalitarismo y la tiranía: toda la Europa oriental, la URSS, toda Asia (ahora ya también la India), ya está cayendo bajo el totalitarismo; Africa, que hace tan poco alcanzó la libertad y que ahora se afana, se apresura, un país tras otro, a entregarse también a la tiranía. Y por esto, aquellos de ustedes que desean cuanto antes una España democrática, ¿tienen la suficiente clarividencia como para prever no sólo el mañana, sino también el pasado mañana? Supongamos que mañana España se vuelva un país tan democrático como el resto de Europa. Pero pasado mañana, ¿conservará las suficientes fuerzas como para defenderse del totalitarismo que amenaza a todo Occidente? El que tenga perspicacia, el que además de la libertad, ame también a España, debe pensar en el pasado mañana. Y vemos que el mundo occidental está debilitado, ha perdido su voluntad de resistencia, cada año entrega sin combate más países al totalitarismo...No hay voluntad de resistencia, no hay responsabilidad en el uso de la libertad. La civilización occidental contemporánea puede definirse no sólo como sociedad democrática, sino también como sociedad de consumo, es decir, como una sociedad en la cual el sentido principal de la vida está en recibir más, en enriquecerse más, y en pensar lo menos posible en defender lo obtenido. Desde luego, ni la estructura social ni el disfrute de bienes materiales son la clave principal de la vida humana, pero el Oriente totalitario contemporáneo y el actual Occidente democrático, al parecer sistemas opuestos, sin embargo están en realidad emparentados, reposan sobre una base común, que es el materialismo.Esta base común viene durando ya trescientos años. El mundo occidental está en crisis, que no consigue superar, pero no es una crisis del siglo xx. La humanidad lleva ya una larga crisis, desde que la gente se apartó de la religión, se apartó de la fe en Dios, dejó de reconocer ningún poder superior a sí misma, adquirió una filosofía pragmática, esto es, hacer sólo lo que resulte útil, beneficioso, guiarse sólo por intereses materiales y no por consideraciones de moralidad superior. Este espíritu se ha ido desarrollando paulatinamente y ha desembocado en una crisis que, insisto, no es política, sino moral. Se manifiesta no en la oposición entre comunismo y capitalismo, sino en algo mucho más profundo: es precisamente esta crisis la que ha traído el comunismo, y en Occidente, la sociedad consumista y pragmática. Es la crisis del materialismo, que ha desechado el concepto de algo superior a nosotros.Pero está claro que cada país ha de aportar algo de su parte para superar esta crisis. Y tal. vez España, con su gran originalidad nacional que ha marcado toda su historia, pueda aportar algo peculiar que permita vencer esta espantosa crisis de la humanidad, que abarca a todos los países de un modo u otro, y a todos nos amenaza con el aniquilamiento.


J. M. Iñigo: El señor Solzhenitsyn actualmente reside en Suiza, país en que suelen refugiarse los grandes millonarios del capitalismo. ¿No piensa el señor Solzhesnitsyn que esto puede ser mal interpretado por sus lectores?¿Sabe?

Precisamente acabo de decir que Occidente es una sociedad de consumo. Nuestra juventud, en cambio, ha transcurrido en la miseria. Una vez, de estudiante, tuve el descuido de sentarme en una silla en que había una mancha de tinta (entonces se usaba tintero y pluma). Me hice una mancha grandísima en el pantalón. Pues bien, estuve llevando cinco años ese mismo pantalón, porque no tenía con qué comprarme otro. Así vivíamos. Hasta lo llevamos grabado: todas las personas soviéticas que salimos al extranjero, incluso a un país no especialmente rico, incluso a los países que aquí se consideran pobres, tenemos una sensación como de ahogo, nos resulta penoso ver cómo se desperdicia la comida, cómo no se acaban los platos, cómo se echan las migas al suelo. Así percibimos los soviéticos esta sociedad.Pues bien, a su pregunta sobre Suiza sólo le puedo contestar que en los prósperos países occidentales vivimos como prisioneros. Si mañana tuviéramos la posibilidad de regresar a la miseria de nuestro país, a pasar hambre, regresaríamos todos.La prensa socialista, y sobre todo la comunista, gusta mucho de invocar el hecho de que Solzhenitsyn ha salido a Occidente y se ha hecho millonario, (cuando yo pasaba hambre allí, nadie prestaba particular atención a que yo pasara hambre. Cuando allí pasaban hambre todos, y la siguen pasando, sólo se miente que allí no falta de nada). Ciertamente, cobro derechos elevados. Pero la mayor parte de estos ingresos ha pasado constituir un fondo social ruso de ayuda a los perseguidos y sus familias, y por distintos caminos dirigimos esta ayuda a la Unión Soviética. Ayudamos a los detenidos, a sus familias, a los que van a visitarlos, a los que les envían paquetes de víveres, a los recién liberados que carecen de medios de existencia, a los despedidos por razón de sus convicciones que se quedan sin ingresos (para una mente occidental esto es difícil de concebir: aquí a uno lo pueden meter en la cárcel, pero no lo pueden echar de su trabajo por sus convicciones. Si es que lo despiden, se busca trabajo en otro sitio. Pero nosotros tenemos un solo patrono, el Estado, y si el Estado-patrono decide no darle trabajo a uno, no se lo dará nadie más. Uno no está en la cárcel, pero su familia se queda sin medios de vida).En cuanto a mi residencia concretamente en Zurich, se debe a que estaba entonces escribiendo el libro Lenin en Zurich, recientemente aparecido, y sólo allí podía encontrar el material de archivo que necesitaba.


Juan Benet, escritor idiolatrado por la progresía, reaccionó de esta forma ante las palabras de Solzhesnitsyn en una entrevista publicada poco después en Cuadernos para el diálogo. Esto sí que es totalitarismo.

“Todo esto, ¿por qué? ¿Porque ha escrito cuatro novelas, las más insípidas, las más fósiles, literariamente decadentes y pueriles de estos últimos años? ¿Porque ha sido galardonado con el premio Nobel? ¿Porque ha sufrido en su propia carne –y buen partido ha sacado de ello– los horrores del campo de concentración? Yo creo firmemente que, mientras existan personas como Alexander Soljenitsin, los campos de concentración subsistirán y deben subsistir. Tal vez deberían estar un poco mejor guardados, a fin de que personas como Alexandr Soljenitsin no puedan salir de ellos. Nada más higiénico que el hecho de que las autoridades soviéticas –cuyos gustos y criterios sobre los escritores rusos subversivos comparto a menudo– busquen la manera de librarse de semejante peste"

Las injurias y ofensas que tuvo que escuchar Solzhenitsyn se repiten ahora contra Luis Suárez. Los enemigos de la Libertad -de cátedra, de opinión, de expresión-, ajenos al sentido de la verdad histórica, y entregados a la memoria histérica, que pedían ayer más campos de concentración, hoy reparten mordazas para imponer su sesgada versión de la Historia.

viernes, 13 de mayo de 2011

El entierro de Montesquieu


El artículo 122.3 de la Constitución señala que el CGPJ

(...l estará integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un período de cinco años. De éstos, doce entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la Ley Orgánica; cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de tres quintos de sus miembros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida competencia y con más de quince años de ejercicio en su profesión.

La Ley Orgánica del Consejo General del Poder Judicial, de 10 de enero de 1980, desarrollaba este precepto sin más interpretación que la literal: ocho miembros del CGPJ eran elegidos por las Cortes Generales y doce por los componentes del Poder Judicial. Pero en 1985, Felipe González decidió cambiar las cosas. Gobernaba entonces con el rodillo de la mayoría absoluta y el control socio-político formaba parte de su megalómano proyecto. Faltaba el control judicial. Los jueces elegidos por el sistema que regulaba la Ley Orgánica del Poder Judicial no se plegaban al Poder Judicial. Utilizó entonces dicha Ley para modificar la forma de elección de los doce vocales de procedencia judicial. Los veinte vocales pasaron a ser elegidos por las Cortes Generales mediante mayoría cualificada de tres quintos. “Montesquieu ha muerto!”, dijo Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno. En realidad, los socialistas lo mataron. En plena efervescencia del felipismo, la separación de poderes era inconcebible. El derecho debía estar supeditado a los fines políticos de la nueva mayoría. La mejor forma de controlar a los jueces era trasladar al órgano de gobierno de los jueces, el CGPJ, el reparto de fuerzas existente en el Parlamento. Fueron malos tiempos para el Estado de Derecho. El poder judicial sometido al poder político.

El PP hizo de la denuncia de este control antidemocrático un punto fundamental de su política de oposición. De hecho, el programa electoral con el que ganó las elecciones en el año 1994 se comprometía a realizar una reforma del proceso de elección de los componentes del Consejo en el que primase la profesionalidad y la carrera judicial y en menor medida el perfil político. Una vez en el gobierno, y durante dos legislaturas, el Partido Popular incumplió su promesa y utilizó a su favor la situación generada por el felipismo. Durante años ha estado colapsada la elección de los nuevos vocales del Consejo. El acuerdo al que llegaron en 2008 los dos grandes partidos, con autobombo incluido y euforia no contenida, constituyó un capítulo más del proceso de transformación de la democracia en una oligarquía partitocrática, ya denunciado por teóricos italianos como Michels, Mosca o Pareto. Esta actitud del principal partido de la oposición no hace sino confirmar lo que muchos sospechamos: el PP, a día de hoy, no es el partido de la regeneración democrática. Se beneficia del juego de intereses partidista y no afronta con valentía las reformas necesarias que frenen la involución democrática. Esperemos que rectifique y se convierta no solo en la alternativa frente al socialismo caduco de ZP sino que también incorpore en su programa de gobierno la necesaria reforma judicial que España necesita.


Los vocales electos son fiel reflejo de las mayorías y minorías parlamentarias, con lo que en el CGPJ se reedita la situación del Parlamento. Lean con atención la trayectoria vital y profesional de estos jueces. Sus méritos profesionales pasan a segundo plano; prima la fidelidad y la sintonía política. Frente al empate a nueve vocales de PP y PSOE, la minorías nacionalistas tienen, otra vez, la llave de la gobernalidad. En este sentido son muy interesantes las palabras del aún vocal del Consejo, José Luis Requero, que en una entrevista explicó que la misión principal del nuevo Consejo, salvo una "grata sorpresa" del Constitucional, que reconoció no esperar, será "ejecutar las previsiones del Estatuto de Cataluña, en materia de Justicia", que supondrá que "competencias que hasta ahora el desempeñaba el CGPJ van a pasar a órganos autonómicos".

Se consuma así la felonía de la clase política. Las élites políticas pactan el reparto del poder de espaldas a la sociedad y al bien común, invadiendo para ello territorios que no son de su competencia. Este proceso de degradación democrática avanza con la complicidad de amplios sectores sociales y la pasividad de una ciudadanía que se mueve entre la indiferencia y la servidumbre. Si Alfonso Guerra anunció la muerte de Montesquieu, entre todos han decidido enterrarlo.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Defensa del individuo

Se cumplen sesenta años del estreno de la película El manantial de King Vidor, adaptación de la novela homónima de la filófosa objetivista Ayn Rand. A todos aquellos que amen la libertad individual, la insobornable independencia frente a la coación y los colectivismos y que no hayan leído la novela ni visto la película, les recomiendo que no pierdan un instante para hacerlo. Por su interés reproduzco a continuación un artículo publicado en Libertad Digital por mi buen amigo Santiago Navajas, excelente profesor de Filosofía, fino crítico de cine, infatigable blogger e irreductible liberal o libertariano, como le gusta definirse.

"Los liberales tienen fama de ser tipos fríos e insensibles, calculadores y materialistas, metódicos y un tanto aburridos, burgueses encorbatados. Una pandilla de tenderos, de cerveceros benevolentes, prestos a satisfacer la mediocridad de las masas, a sacrificar los valores fuertes en aras de la dictadura de la taquilla, de la lista de los más vendidos. En definitiva, unos defensores del sentido común, hombres sin atributos, filisteos del best seller, esclavos de el-cliente-siempre-tiene-razón.
Y para la mayor parte de ellos el retrato es fidedigno. Sin embargo, existe un subtipo de liberal realmente salvaje, pasional, indómito. Individualista extremo, defensor de la libertad sin cortapisas y sin restricciones comunitaristas. Un ser humano que necesita de la libertad para hacer de su vida una obra de arte. Podríamos denominarlo libertariano. Incapaz de transigir con los dictados de las medianías, de plegarse a la inercia de la tradición, tiene un Yo tan poderoso que crea sus circunstancias en lugar de dejar que sean los imperativos sociales los que moldeen su espíritu. Lo que no es óbice para que de su acción se desprenda el mayor bien común, aunque nunca se inspire en la piedad, la compasión o la conmiseración hacia los demás, sería una forma de humillarlos y rebajarlos, sino precisamente como una emanación de su propia voluntad de poder.

En estos días se cumplen sesenta años del estreno de El manantial, la película libertariana perfecta. Ayn Rand, la filósofa norteamericana, escribió el guión que adaptaba su propia novela del mismo título, la historia de un arquitecto, Howard Roark, que combinaba la originalidad extrema con la integridad absoluta. Roark se enfrentará a las masas representadas por un empresario periodístico sin escrúpulos, consciente de haber alcanzado el poder social pagando el precio de la vulgaridad, y un crítico de arquitectura que pone voz al resentimiento popular contra la grandeza del creador.

A lo largo de los siglos, hubo hombres que abrieron nuevos caminos armados únicamente con su propia visión. Los grandes creadores, pensadores, artistas, científicos, inventores, estuvieron solos contra los hombres de su época. Cada nueva idea fue rechazada, cada nuevo invento fue denunciado, pero los hombres con visión de futuro siguieron adelante. Lucharon, sufrieron y pagaron, pero vencieron. A ningún creador le impulsó un deseo de satisfacer a sus hermanos. Sus hermanos odiaban el regalo que él ofrecía. Su verdad era su único motivo. Su trabajo era su único objetivo. Él sostenía su verdad contra todo y contra todos. Con su integridad como única bandera. Vivía para sí mismo, y sólo al vivir para sí mismo fue capaz de lograr las cosas que son la gloria de la humanidad.

Nadie mejor que Gary Cooper para encarnar a Roark, al superhombre liberal en una sociedad capitalista amenazada por la revolución democrática, es decir, por lo que Ortega y Gasset llamó la rebelión de las masas, esa mezcla entre nihilismo y progresismo. En definitiva, Rand argumentaba que sólo la libertad individual puede fundar la inteligencia. Y que sólo la inteligencia íntegra puede crear un mundo mejor, más auténtico y más feliz.

También, nadie mejor que Patricia Neal para interpretar a la tórrida amante de Roark. La secuencia del flechazo entre ambos, con Cooper horadando con su rocoso brazo la piedra de una cantera y Neal agitando nerviosa una fusta, pertenece al top ten de la pornografía subliminal de todos los tiempos.

No es casualidad que Roark sea un arquitecto. Combina el arte y la ciencia. Y para hacer su trabajo depende de que haya otras personas que puedan costearlo. Pero esa dependencia nunca significará para Roark transigir, negociar o renunciar a sus principios estéticos. Roark hace de su estética funcionalista una ética ilustrada: la autonomía creativa del individuo sólo puede ser auténtica y legítima cuando presupone una autonomía moral.

Hablábamos de la vida como una obra de arte:

Ni el dinero, ni la fama, ni gratitud, ni nada que la sociedad pueda darte. La autorrealización basta.


La complejidad del guión de Rand, en el que la dialéctica entre el individualismo de la élite y el seguidismo de la masa se planteaba en los términos ajustados para que una sociedad democrática fuese inequívocamente liberal, se complementaba con el sentido espacial de la dirección de King Vidor. La filósofa era una admiradora secreta del trabajo de éste, que en los años 20 había realizado un análisis lírico y hagiográfico del hombre masa: The Crowd (... Y el mundo marcha, 1928). Además, Vidor venía de expresar la quintaesencia del amor fou a tiro limpio en Duelo al sol. La prosa incendiada de ideología y pasión de Rand encontró en la elegancia espacial de Vidor su realizador más afín. Las grandiosas, funcionales y minimalistas construcciones de Roark, el individualismo como manantial de la eterna prosperidad social defendido por Rand, encontraron en la profundidad de campo de Vidor y en la marmórea fotografía de Robert Burks los vehículos ideales a través de los cuales expresarse. Lo que hace que El manantial no sea un mero panfleto al estilo de los que perpetró la caduca estética del realismo socialista –en este caso hubiera sido un fraudulento realismo elitista– es la sabiduría de Vidor para modelar cinematográficamente un discurso denso, paradójico y, en ocasiones, francamente escandaloso para el mínimo común denominador de lo políticamente correcto entonces, ahora y siempre.
Esta visión indómita del liberalismo capta su reverso romántico, que interpreta literalmente la máxima de Jesús: "Ama al prójimo como a ti mismo". En nuestro caso, dice Roark: "Para decir Yo te quiero, uno debe saber primero cómo pronunciar el Yo". Un romanticismo tan auténtico como peligroso. Roark, el hombre-élite, no dudará en enfrentarse al hombre-masa, incluso llegando a la violencia extrema. En este caso, la lógica de Rand es implacable, y el discurso final de Roark, seis minutos que fueron duramente defendidos por Rand contra los productores y el mismo director, que querían reducirlo para hacerlo más comprensible para el público-masa, sigue siendo una de las piezas clave de la argumentación liberal contra cualquier tipo de colectivismo, sea de derechas (conservadurismo) o de izquierdas (socialismo)".





EL MANANTIAL (THE FOUNTAINHEAD; 1949, 114 minutos). Dirección: King Vidor. Guión: Ayn Rand. Música: Max Steiner. Fotografía: Robert Burks. Intérpretes: Gary Cooper, Patricia Neal, Raymond Massey, Kent Smith, Robert Douglas, Henry Hull. Calificación: Sublime (10/10).

jueves, 10 de marzo de 2011

Manifiesto de la Asociación Cordobesa de Amigos de las Víctimas del Terrorismo


El viernes 11 de marzo la Asociación Cordobesa de Amigos de las Víctimas del Terrorismo (ACAVT) se suma al acto de homenaje, convocado por la AVT, y que tendrá lugar en la Glorieta Sargento Miguel Angel Ayllón a las 20 hora. El Manifiesto que leeremos los integrantes de la Asociación Cordobesa de Amigos de las Víctimas del Terrorismo será el siguiente:

"No saben hacer otra cosa. El odio lo llevan en sus genes. Desprecian la vida, también la suya, puesta al servicio del crimen. ¿Qué se puede decir después de tanto dolor, tanta sangre derramada, tantas familias destrozadas? Al menos nos queda la obligación moral de apoyo a las víctimas, el deber ciudadano de exigir a la clase política que, por encima de intereses partidistas, afronte de una vez el problema del terrorismo, con decisión, sin medias tintas.

En este lugar tan señalado, donde ETA dejó su macabra huella y en este 11 de marzo, Día europeo de las Víctimas del terrorismo, siete años después del mayor atentado en la historia de Europa, La Asociación Cordobesa de Amigos de las Víctimas del terrorismo, hace un llamamiento de Unidad frente al terror, a los partidos políticos, a los agentes sociales, a los colectivos de víctimas y a la ciudadanía en general, en torno a cinco principios: Memoria, Dignidad, Justicia, Libertad y Verdad, que nos permitan alcanzar un horizonte de Paz, pero no una paz cobarde y claudicante sino aquella que suponga la derrota definitiva de ETA y sus cómplices., una paz con vencedores y vencidos.

Memoria. Suscribimos las palabras de Santiago Abascal cuando afirma que las víctimas son la carne y la sangre de España, en su piel y en su alma están las heridas y las cicatrices que iban destinadas a todos nosotros. Su sacrificio es nuestra deuda. Por tanto es nuestro deber perpetuar su memoria.

Dignidad. Las víctimas del terrorismo han sabido llevar todos estos años su dolor con dignidad. La presencia de ETA en las próximas elecciones municipales, con cualquier franquicia, supondría no sólo un balón de oxígeno para la banda sino un ataque directo a la dignidad de las víctimas. Exigimos a nuestro Gobierno que presente ante la Fiscalía toda la documentación necesaria para que este escarnio no se produzca ¡ETA fuera de las instituciones!

Justicia. Las víctimas del terrorismo siempre han confiado en el Estado de Derecho, a pesar de que no siempre la Justicia ha estado a la altura de las circunstancias. Contra ETA no caben atajos, ni el vergonzante terrorismo de Estado ni la infame y cobarde vía política de diálogo y rendición. ¡Negociación en mi nombre, no!

Libertad. El terror no sólo tiene como manifestación la violencia física sino también la coacción y la muerte civil de aquellos ciudadanos sometidos al chantaje, la extorsión o el exilio. La lucha contra el nacionalismo totalitario es una lucha por la Libertad ciudadana.

Verdad. No vamos a consentir que queden sin esclarecer oscuros episodios. Pedimos que se llegue hasta el final en la investigación de los atentados del 11-M y se depuren todas las responsabilidades del llamado caso Faisán. ¡Queremos saber la verdad!

El Estado de Derecho no tiene que ceder ni caer en debilidades. El endurecimiento de las penas, la persecución policial, la colaboración internacional, la decidida actuación judicial, el aislamiento social y político del mundo abertxale, el desenmascaramiento y denuncia de las complicidades encubiertas y, por supuesto, el orgullo, sin complejos, de pertenecer a una gran Nación, como es España, que se niega a ser pisoteada por una banda de asesinos, son los pilares sobre los que hay que afrontar la ardua tarea de terminar con la lacra terrorista. Basta ya de oscuras aventuras disfrazadas de procesos de paz, de palabras ambiguas, de desprecio a las víctimas y su memoria. Quiero recordar aquí las palabras del lendakari Patxi López, en su discurso de investidura "Vosotros -dijo dirigiéndose a los terroristas- nos habéis enseñado el camino del dolor. Nosotros vamos a enseñaros el camino de la cárcel". Espero que el lendakari sea coherente y no haya olvidado estas palabras. Lo contrario sería una traición.

Desde aquí todo nuestra solidaridad, cercanía y apoyo a las más de mil familias castigadas con la barbarie terrorista. Es difícil el consuelo ante la ausencia, pero os decimos que vuestros familiares, asesinados por ser españoles, y vosotros, los que tanto los queríais, ya formáis parte de lo mejor que tiene España, las víctimas del terrorismo. La Historia de España se escribirá con vuestro dolor y vuestro sacrificio será el precio pagado por nuestra Libertad. Eduardo, Miguel Ángel, Rafael, Teresa, Antonio, Silvia y tantos otros seguirán vivos en la memoria de los españoles de bien y su ejemplo nos servirá para seguir mejorando como ciudadanos y como pueblo. La lucha por la Memoria, Dignidad y Justicia de las víctimas, unido a la conquista ciudadana de la Libertad y la búsqueda de la Verdad, es la tarea política más enriquecedora en la que podemos participar los que contemplamos con estupor la pasividad y amnesia de una sociedad anestesiada. Cordobeses, unamos nuestras voces y gritemos todos juntos: ¡Viva España! ¡Viva la Libertad!"