miércoles, 5 de noviembre de 2008

American dream


La meritoria victoria de Obama es un triunfo indudable del modelo político y social americano. Las interpretaciones que estamos leyendo y escuchando estos días en los medios de la progresía están muy alejadas de la auténtica trascendencia de esta jornada electoral. Creen, en su persistente ingenuidad, que la victoria de Obama traerá poco menos que esa revolución pendiente que ellos sólo han sido capaces de realizar en sus delirantes onanismos políticos. El sistema político americano no permite cambios bruscos ni aventuras extravagantes, como por desgracia ocurre en España, pues los principios que cimentan la democracia y la unidad de la Nación no están en entredicho. Las apelaciones de los candidatos al orgullo patrio y a la unidad del pueblo americano distan mucho del oportunismo de nuestra clase política. Además están libres del virus nacionalista y los dos grandes partidos políticos, no financiados por el Estado, ejercen la democracia interna y el debate de ideas sin el sentido jerárquico que conocemos por estos pagos.

De ahí que hacer una lectura del resultado electoral en clave española carezca de sentido. Obama, por suerte para los estadounidenese no es Zapatero, ni Rajoy, por desgracia para nosotros, es MacCain. La grandeza de los discursos de Obama y MacCain tras conocerse los resultados definitivos, alejado del triunfalismo uno y con la grandeza del perdedor otro, ambos con alta dosis de patriotismo, son toda una lección de la que tienen que aprender la casta política que en España está empeñada en convertir la democracia en partitocracia. La victoria de Obama, como muy bien ha señalado su oponente, supone , en época de crisis, la revitalización de la democracia pues el ciudadano, en un sistema electoral no viciado como el proporcional español, percibe que con su voto pueden cambiar las cosas. El modelo de gestión económica y política del presidente Bush es cierto que estaba fracasando y ambos candidatos se presentaban al electorado con aires de cambio. ¿Se imaginan ustedes a un candidato español del PP o PSOE, como ha hecho MacCain, crítico con el presidente del Gobierno de su partido y reconociendo públicamente los valores de su adversario? En Estados Unidos todo es posible. Esta fue la máxima de los padres fundadores de la Nación Americana. El "american dream", el sueño americano, tenía que culminar con el nombramiento del primer presidente de raza negra. Los afroamericanos que tanto han contribuido a construir esta gran Nación, a pesar de la segregación racial que han padecido durante décadas, han visto cumplido por fin su sueño. Independiente de los matices que puedan diferenciar las apuestas políticas e ideológicas de ambos candidatos, estas elecciones pasarán a la Historia como la culminación de ese sueño americano que ha hecho de los Estados Unidos un referente en la defensa de la libertad y la iniciativa individual. Guarden, pues, sus alegrías los antiamericanos de salón. No esperen la ruptura de la continuidad del modelo político, social y económico estadounidense. Es una Nación que seguirá siendo fiel a sí misma, no lo duden.

Felicidades al pueblo americano. Una vez más ha triunfado, da igual quien ganase las elecciones, la democracia, el liberalismo y la sociedad abierta, de la que hablaba Popper, que hace más de dos siglos supieron edificar, defendieron con su sangre frente a los totalitarismos del siglo XX y hoy siguen construyendo.

7 comentarios:

FERNANDO VIVAS dijo...

PER SECULA SECULORUM

¿Habrá ondeado el sr. Rodríguez la bandera de las barras y estrellas desde su balcón de la Moncloa? De su sonrisa de oreja a oreja, en su felicitación televisada al sr. Obama así parecía deducirse.

El pueblo americano es puro nacionalismo en su totalidad. Cada cuatro u ocho años, cambia el inquilino de la Casa Blanca, pero no cambia el sentimiento americano. Cambiarán los nombres, el secretario de estado, el jefe de su oficina presidencial, el secretario del Tesoro…, las políticas económicas y sociales, las maneras de ver el mundo fuera de sus fronteras, habrá recesión o incluso depresión tras la crisis económica, o saldrán de ella, estarán más o menos a favor de la guerra, pero lo que nunca pasará, esté quien esté en el número 1600 de la avenida de Pensilvania, es que dejen de ser ¡americanos! Lo son “per secula seculorum”

Los norteamericanos, ya sean blancos, negros o mulatos, republicanos o demócratas, por encima de todo son americanos y cualquier ataque a ese sentimiento patrio, a su unidad, a sus enseñas, a sus símbolos, por insignificante que pudiera resultar, les queda grabado en el fondo de sus corazones. Justo terminar el recuento de papeletas en unas elecciones, todos se convierten en una sola voz: ¡la americana!

Llama poderosamente la atención cómo el común denominador de la parafernalia en los de los del asno y de los del elefante, ha sido y seguirá siendo así siempre, el impresionante número de banderas americanas enarboladas con idéntica pasión y fuerza por unos y otros. ¡Qué envidia la mía!`

¿Recordará el sr. Rodríguez, el mediodía del 13 de octubre del 2003? Los millones de americanos que sufrieron el ultraje y la ofensa de este señor permaneciendo sentado al paso de la enseña americana, seguro que no.

Fernando Alvarez Jurado dijo...

Totalmente de acuerdo con tu acertado comentario, tocayo Fernando. Ese era el sentido de mi entrada. Yo también tengo envidia del sentimiento patriótico del pueblo y los políticos americanos. Por supuesto que los americanos no olvidan el ultraje que Zapatero cometió con la bandera de Estados Unidos. La izquierda quiere creer que Obama es asimilable a Zapatero, cuando no creo que en el mundo haya nada semejante a él. Obama habla de la patria, del mérito, del esfuerzo, de la unidad del pueblo...En fin, tenemos lo que nos merecemos ¿o no?

Manuel Chacón Rodríguez dijo...

Buenas, Fernando. Estoy muy de acuerdo respecto al sano sentimiento de patriotismo y unidad que tienen los estadounidenses respecto a su país y su sociedad; ojalá en España algún día lleguemos también algo así (sin caer en el nacionalismo egocéntrico, eso sí), yo estoy seguro que es posible, aunque no sé cuánto tardaremos en lograrlo. Ahora bien: un aspecto muy, muy negativo de la democracia estadounidense son las grandes corporaciones que con su capital y su financiación acaban siendo las rectoras de la política de EE.UU., sea el presidente republicano o demócrata. Ahí están los lobbies, que dictan qué guerra empezar o qué guerra terminar; ahí están los distintos grupos de presión, no elegidos ni controlables por el pueblo, que ordenan qué modas seguir, qué entretenimientos lanzar y qué distracciones emplear, mientras siguen explotando el trabajo y la vida de las personas y beneficiándose de ello. Sin duda, y bajo mi humilde punto de vista, EE.UU., que es una gran nación, requiere una revolución muy amplia y profunda (igual que Occidente entero): la revolución del espíritu. Ya lo dijo André Malraux: "el siglo XX será espiritual, o no será". Un saludo, amigo mío.

Anónimo dijo...

Esperamos que Obama pueda hacer más por romper la brecha que separa a los más ricos de los más pobres en el país más opulento, pero con mayores diferencias sociales. Es deseable que en las futuras costumbres por el desarrollo del planeta se contemple la necesidad de una justa distribución de recursos entre los ciudadanos de este mundo, pero sin falsos progresismos. Ojalá solucionen la crisis económica y que ello suponga una corresponsabilidad fiscal de los ciudadanos.
Quizás se complete la subida de Obama con la Secretaría de Asuntos Exteriores para Hilary Clinton. Sería una manera de mostrar la unidad de los llamados "demócratas" en Estados Unidos a los que la progresía se empeña en identificar con los socialistas, como tampoco es socialista ser laborista en Gran Bretaña y Zapatero ¿socialista u oportunista?. Astuto: usar una guerra de la que ya prácticamente nadie participó para remover el sufrimiento de los españoles, una guerra en el mismo sentido manique ísta que Franco, al que quiere sacar de su tumba como en los tiempos bárbaros de la Ilíada, donde Zapatero se quiere presentar como el heredero de Azaña e identificar al PP con Franco, una guerra romántica donde informe semanal ensalzó el heroismo de los brigadistas y se olvidó de sus desmanes en Albacete. Quizás tengamos muchas esperanzas en Obama, pero es que a la mayoría de la gente solo les quedó la esperanza

carment dijo...

Aún no ha tomado posesión de su cargo y el fenomeno Obama ya causa estragos a ambos lados del Atlántico, con una entregada legión de seguidores y adeptos que han dado su confianza a ese señor tan "simpático".
Los norteamericanos soñaban con ver a un presidente de gobierno negro, dirigiendo la Casa Blanca.Pero este mulato con ademanes y gestos de hombre blanco, con discurso y retórica elitista, más que popular, no es cualquier negro. Curtido en la más prestigiosa universidad americana, hijo de padres universitarios, ha sido bendecido con los más preciados dones que unos padres pueden entregar a sus hijos. El mérito de formar y educar, de enseñar y velar por la maduración intelectual, es algo que muchos progenitores se muestran incapaces de garantizar a sus hijos.
Por eso digo, que el señor Obama no es cualquier negro. O sea, que el sueño del cual estamos hablando, es, quizás, más que sueño, ensoñación.
Me conmueve ver, señor Obama, cómo abraza usted a un mutilado de guerra, o a un huérfano por cualquier desastre natural, o como enarbola la bandera de la paz frente a la guerra. Pero la misericordia que usted nos muestra no es exclusiva de ningún partido politico, y el deseo de paz es extensivo a todos los hombres de buena voluntad, sea cual sea el color de su piel ,o su ideologia politica.

No nos engañemos, ni dejemos que nos engañen porque la ansiada paz que todos queremos se basa en la entrega de quienes, siendo mas generosos que nosotros mismos, abandonan hogar , familia y bienestar, para ir a luchar y dar la vida por ideales que han de permanecer y regir los principios de gobierno y evolución de los pueblos.

Espero que sepa aprovechar esta oportunidad que no sólo el pueblo americano, sino todo el mundo,ha puesto en usted.
GOD BLESS YOU.

Anónimo dijo...

Estupendos tus blogs Fernando . Lástima que España , este Reino de Taifas , más bien un conjunto de "cortijos" autonómicos donde prima el despilfarro y la corrupción impidan que España progrese de verdad .
Payasos los Pepiños y ZPs , insultando a grandes presidentes americanos , y luego mendigando su presencia en la cumbre G-20.
Obama está perfectamente formado en una prestigiosa universidad americana no como los analfabetos funcionales antes citados del P$$OE .
Saludos

Manuel Chacón Rodríguez dijo...

Por cierto, ¿sabeis cuanto se ha gastado Barack Obama a lo largo de la campaña electoral?... Pues la friolera de 600 millones de dólares. No commets, boys!