Quien crea que este nuevo gabinete va a paliar los efectos de la grave crisis económica en la que estamos inmersos, o es un ingenuo o el cristal de sus anteojos ideológicos es tan grueso que le impide captar la evidencia. La remodelación llevada a cabo por Zapatero en tan solo un año de legislatura supone el reconocimiento del fracaso de una forma de hacer política que ha agravado la crisis económica y, con su radicalidad en materia social, ha roto consensos básicos en la sociedad. El problema estriba en que Zapatero lejos de rectificar parece ahondar en sus propios errores. El nuevo ejecutivo tiene un marcado perfil político, en el peor sentido que se puede dar a este término, cuando lo que se requiere en la actual situación española es altura de miras, capacidad para el diálogo, profesionalidad y acuerdos sobre cuestiones básicas. La trayectoria y significado de los ministros entrantes es un compendio de la política del nuevo PSOE de Zapatero. Es difícil que Elena Salgado al frente de Economía pueda reconducir la maltrecha economía española, que pide nuevas medidas y mentalidad más que un simple cambio de imagen. Mujer de confianza del presidente, desempeñará el nada apetecible papel de gestora de la debacle. ¿Qué decir de Manuel Chaves? Abandona, tras diecinueve años como presidente, la Junta de Andalucía dejando a nuestra región como líder europeo del paro y el fracaso escolar, pero eso sí, con un Régimen social y políticamente bien asentado. El nombramiento del "hermanísimo", Ángel Gabilondo, como ministro de Educación (¿para la ciudadanía?) ideologiza aún más si cabe materia tan sensible como es la educativa, que requiere amplios consensos. Si algún ministro podría salvarse de la quema del anterior ejecutivo quizá fuera el titular de Cultura, César Antonio Molina. Pues bien, en estos duros momentos había que hacer un guiño cómplice al mundo del cine y la ceja, incorporando a la Directora de la Academia de Cine, Ángeles González-Sinde en detrimento del ministro poeta. Los internautas ya están temblando con esta defensora a ultranza de los derechos de autor. No podía faltar la sonrisa del régimen que como la de Solís ponga buena cara ante la crisis. Ahí está Trinidad Jiménez. Al frente de Fomento había que nombrar a alguien que estuviera a la altura, o más bien bajura, de la inefable ministra Maleni Álvarez. Creo que Pepiño Blanco reúne todas las condiciones para tan alta empresa. Y lo peor es que aún le quedan tres años a la actual legislatura. ¿Para cuándo una moción de censura, señor Rajoy?
4 comentarios:
Me pregunto por qué en los cambios de gobierno prestamos más atención a los recién llegados que a la recua que ha tenido que ser sustituida, o incluso a los personajes que merecerían estar fuera del gobierno pero siguen en él (sin ir más lejos, Rubalcaba, Carme Chacón, Aído y un etcétera demasiado largo).
El caso es que Solbes se marcha tras haber conducido, con doce años de diferencia, a la economía española de nuevo hacia el despeñadero. De Molina y Cabrera apenas recuerdo gestión, salvo los afanes del primero por alcanzar acuerdos con sectores proclives a este gobierno, y a la segunda por el entusiasmo con que defiende EpC y la sentencia que celebró de forma pre-retrospectiva, pero no recuerdo esfuerzos efectivos contra el fracaso escolar, la reforma de planes de estudio o de sus contenidos... Sí recuerdo la gestión de Magdalena Álvarez, mayormente por la estridencia y arrogancia con que disimulaba su ineptitud. En cuanto a Bernat Soria, era un prestigioso investigador médico que no ha investigado ni tampoco ha sabido ejercer muchas competencias de su ministerio (de hecho, fue Igualdad y no Sanidad el departamento que creyó necesario reformar la ley del aborto, sin que Soria tuviera, al parecer, nada que decir).
De los recién llegados no cabe esperar grandes cosas, salvo para los aficionados al horror y al humor. Ni Blanco ni Trinidad Jiménez tienen conocimientos ni experiencia para sus respectivos departamentos. Blanco, además, dispondrá de un presupuesto tan elevado para obras públicas como muchas multinacionales (claro que también lo tuvo Maleni y reservó sus mayores esfuerzos a gritar a cualquiera que le pidiera explicaciones).
El regreso de Chaves tampoco es estimulante: quien fuera "ministro del paro" con Felipe González se reincorpora a una vicepresidencia creada "ad hoc", quizás "ad hominem", para coordinar la financiación con las comunidades autónomas, cuando las más díscolas en este aspecto suelen ser aquéllas en las que el PSOE se apoya en grupos nacionalistas... vamos, que no parece el guardián más seguro para el dinero público.
Siento simpatía (enfermiza) hacia Gabilondo y González-Sinde, ambos pertenecientes a la acreditada ganadería de los "independientes", los que en vísperas electorales piden el voto para un partido (¿adivinan para cuál?), y tras la victoria se ven recompensados por ese partido con un cargo como premio por su "independencia". Cierto que la educación en España tiene problemas tan graves, y previos a la formación superior, que parece una mala elección un tipo que lleva toda la vida en una facultad, pero me divierte imaginar cómo Gabilondo, tan presto a manifestarse contra las políticas educativas de Aznar, tiene que tragar con protestas, o justificar que traga con el plan Bolonia tras acoger a los anti-Bolonia en su universidad.
González-Sinde (aka Sindescargas) supone el triunfo de un único sector (ese que siempre pide más subvenciones y ayudas legales) de nuestra magra industria cultural sobre todos los demás. Si es cierto que todo presidente de gobierno sueña con tener un Malraux que dé prestigio y consistencia cultural a sus legislaturas, Zapatero parece inclinarse por el "agit-prop".
En fin, pudo ser peor, vista la tropa que aún queda. Basta con imaginarnos al doctor Montes en Sanidad, a Wyoming en Educación, a Pilar Bardem en Cultura o a Zerolo en Defensa (arengando a las tropas para resistir al enemigo a base de orgasmos... democráticos y de los otros).
Temo cada vez más que el Gobierno de turno recurra a la Educación. Es un comodín que acaba con más papeleos y más horas de dedicación al centro en las espaldas de los profesores sin ningún tipo de compensación. ¿Por qué no buscan ministros que hayan vivido el hecho educativo desde la arena y no desde la grada? Por que no hay más ciego que el que no quiere ver.
Otro cambio forzado era el de la ministra Chacón, la que le dijo a los jóvenes que tenían que vivir en 33 metros útiles cuando adquirió uno de 180 para vivienda de soltera. Lo de Solbes parece la crónica de una muerte anunciada. Lo de Chaves una historia almodovariana, Zapatero se queda el Deporte. Tan absurdo o más que DAlí por ejemplo. Pero como dice el comentarista Miguel la cuestión podría haber sido mucho peor. ES lamentable y más aún que la gente vote eso.
Y para paliar los efectos de la crisis, se inventa un nuevo ministerio y una nueva vicepresidencia... ¿Será más bien para paliar los efectos del bolsillo de algunos.
Gracias por visitar mi blog. Ya te he enlazado.
Saludos
MOMENTO DE REPETIR UN COMENTARIO
Hace unas semanas comentaba respecto al gobierno de ZP que siempre se basa en tener a su alrededor personas que no puedan hacerla sombra. Se trata de tener colaboradores menos preparados que él, lo cual dado la referencia de partida, exige casi "analfabetos". O gente preparada pero débiles de espíritu, de carácter, que no puedan hacerle sombra al "gran Obama español". Ya no lo digo yo. Lo ha dicho el presidente francés a pesar de los desmentidos. En la tertulia política de "cuatro" hay unanimidad al respecto, sea cual sea la orientación política de los tertulianos. Qué si hombre, que lo ha dicho hasta Maria Antonia Iglesias, que ha dicho la forma descarada de quitarse de en medio del grupo parlamentario a un hombre con carácter: Ramón Jauregui. Así pues esto no es un comentario de un pobre internauta, es ya, no público, si no manifiesta opinión de relevantes "creadores de opinión". Cada vez tenemos menos gobierno de España, si alguna vez lo hemos tenido, y más gobierno de ZP.
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