domingo, 10 de mayo de 2009

El juramento de Patxi López

Sé que este artículo, de entrada, puede sorprender a algunos lectores de este blog, sobre todo viniendo de alguien que, como quien esto escribe, nunca ha ocultado sus creencias y convicciones católicas. Precisamente por respeto a lo que representa la Biblia y el crucifijo, me ha parecido muy oportuna y acertada la fórmula empleada por el nuevo lendakari, Patxi López, en su toma de posesión, al rechazar su uso. La omisión a toda referencia religiosa tiene un alto valor simbólico de ruptura con el imaginario construido durante décadas por el régimen nacionalista. El nacionalismo etnicista, totalitario y excluyente que ha gobernado durante treinta años en el País Vasco es una mezcla de radical antiespañolismo abertxale con un rancio discurso tradicionalista y decimonónico que huele, como diría Antonio Machado, a "cerrado y sacristía". Ya ven, lo peor de cada casa. El paranoico proyecto peneuvista ha sido posible, además de por la connivencia de amplios sectores sociales, por el apoyo, mucha veces explícito, de una Iglesia vasca que aún no ha pedido perdón, todo lo contrario, por la actitud fría, cuando no inmisericorde, con las víctimas del terrorismo. El discurso tradicionalista del PNV -trono y altar- fundado en la ideología del descelebrado Sabino Arana, recoge lo peor del catolicismo rancio, oscurantista y preconciliar, hoy afortunadamente superado por la Iglesia en el resto de España. El crucifijo y la Biblia en euskera que rechaza Paxti López, y ante los cuales han jurado los anteriores lendakaris nacionalistas, no representan la universalidad, la paz y el amor que predicó Cristo y su Iglesia sino que es parte de la leyenda paranoide inventada por unos iluminados que ha sembrado de sangre y dolor la tierra vasca que dicen defender. En su discurso dijo Patxi López: "Asumo el cargo de lehendakari del Gobierno del País Vasco así como la condición de representante ordinario del Estado en su territorio, y prometo cumplir las obligaciones de mi cargo con lealtad a la Corona, al Estatuto de Autonomía de Gernika, y demás leyes vigentes". Ya bajo el árbol de Guernica, el nuevo lendakari pronunció la fórmula tradicional, suprimiendo la referencia religiosa con la que empezaba —«ante Dios humillado», que fue pronunciada también por el socialista Ramón Rubial en 1978— y añadiendo «ante vosotros, representantes de la ciudadanía» y «desde el respeto a la ley».


Esta fórmula de Patxi López, tras más de mil asesinados por ETA y decenas de miles de exiliados y amenazados, con toda su carga de compromiso con la ley, la Libertad, la ciudadanía y la Nación Española, en medio del silencio clamoroso de la vergonzante Iglesia vasca, representa, no me cabe la menor duda, mejor los valores del cristianismo, que el siniestro uso que de los sagrados símbolos ha hecho el nacionalismo en su perversa construcción nacional. Dicho esto, tengo que añadir que me hubiera gustado que el nuevo lendakari también se hubiera preocupado del resto de la ceremonia, de esa bandera regional inventada por un racista decimonónico y que ha terminado convertida en símbolo de una región, cuando no es más que banderín de partido. O de ese himno, Eusko Abendaren Ereserkia, esencia pura del PNV más rancio y que constituye el himno oficial de la comunidad. Espero, en definitiva, que la ruptura con el régimen nacionalista empiece por los símbolos, por todos los símbolos, y se extienda a las bases mismas de las políticas excluyentes que durante treinta años han cimentado un discurso monolítico que ha despreciado la libertad de los no nacionalistas, la pluralidad de la sociedad vasca, la legalidad así como la memoria y dignidad de las víctimas del terrorismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El Presidente de Vascongadas le tiene comido el seso a muchas personas . Ha dicho ZP que en el discurso de López cabe desde Mayor Oreja hasta Urkullu lo cual no deja de preocuparme . Pero es que además el Presidente de Vascongadas ha declarado que lo de poner la bandera de ESPAÑA en la residencia oficial del Gobierno Vasco no le quita el sueño . AY! DOÑA REGINA OTAOLA CUANTO LA AÑORO.
En fin les daremos los 100 dias de rigor aunque despues de 30 años de absolutismo excluyente deberiamos darles 500 dias para empezar a caminar. ¿ Que habra debajo de las alfombras y de las sacristías ? Saludos_: JUAN SALVADOR GÓMEZ MORENO-LAGUNA

oscar de quinto garcia dijo...

estoy de acuerdo con Anonimo. Además, lo de la fórmulaes un teatrillo, con lo que a mi me da igual. Es el mismo teatrillo que hacian los nacionalistas, con aurresku incluido
veremos si es verdad que por fin va a cambiar algo. ¿podría pasar lo mismo en el resto de españa?