miércoles, 24 de junio de 2009

La religión progre

Lo que faltaba, además de un ejecutivo ineficaz con afán recaudatorio, el socialismo gobernante pretende ahora hacer moralina con nuestros usos y costumbres para aplacar la indignación ciudadana ante una galopante subida de los impuestos indirectos. O sea, que encima tenemos que alegrarnos de que nos suban el precio del tabaco, la gasolina, el alcohol y lo que vendrá después pues "las autoridades advierten que la subida de im puestos es bueno para la salud. Gobierno de España". Tienen que adornar una medida impopular que afecta al bolsillo de las clases trabajadoras y medias, y no a la casta del coche oficial, con discursos buenistas para consumo de la parroquia de lelos que aún les da credibilidad.
El problema de tener un gobierno que hace de la beligerancia ideológica y sectaria el centro de su actuación política es que no sólo le incapacita a la hora de tomar decisiones sino que además recorta la libertad ciudadana al intentar imponer modelos de conducta. ¡Y se autodefinen como realtivistas!. Defienden el derecho de una niña de dieciséis años a abortar o, lo que es lo mismo para ellos "a ponerse tetas", sin mayores valoraciones morales o éticas, mientras que el resto de ciudadanos tenemos que soportar casposos discursos puritanos sobre si uno hace bien o no en tomarse una copa de más. Legislan a favor de la libertad para interrumpir el proceso vital del no nacido y estigmatizan a aquellos que teniendo la suerte de haber nacido, intentamos ejercer la libertad en nuestra vida conscientes de los riesgos que ello implica. Poco les importa que el ecologismo de salón que defienden sea más costoso para las clases medias sobre las que recae fiscalmente todo el peso de su demagogia totalitaria, como ha ocurrido con el debate sobre la energía nuclear que ya no se plantea en ningún país de nuestro entorno. Quieren instaurar una nueva religión progre que no solo limita la libertad ciudadana sino que supone en la práctica una involución democrática pues como dijo, ya en 1790, el pensador Edmund Burke "la gran brecha por la que se introdujo en el mundo la excusa de la opresión es la pretensión de un hombre para decidir sobre la felicidad del otro"

viernes, 19 de junio de 2009

Juntos frente a ETA

ETA vuelve a matar. Un coche-bomba colocado en la localidad vizcaína de Arrigorriaga ha provocado la muerte de Eduardo Antonio Puelles García, inspector de la brigada de información de la Policía Nacional y responsable del grupo de seguimientos a terroristas. Eduardo Antonio Puelles García, de 49 años, estaba casado, tenía dos hijos de 16 y 21 años y preparaba su ascenso a inspector jefe.

No saben hacer otra cosa. El odio lo llevan en sus genes. Desprecian la vida, también la suya, puesta al servicio del crimen. ¿Qué se puede decir después de tanto dolor, tanta sangre derramada, tantas familias destrozadas? Al menos nos queda la obligación moral de apoyo a las víctimas, el deber ciudadano de exigir a la clase política que por encima de intereses partidistas afronte de una vez el problema del terrorismo sin medias tintas. El Estado de Derecho no tiene por qué caer en debilidades. El endurecimiento de las penas, la persecución policial, la colaboración internacional, la decidida actuación judicial, el aislamiento social y político del mundo abertxale, el desenmascaramiento y denuncia de las complicidades encubiertas y, por supuesto, el orgullo, sin complejos, de una Nación y un pueblo milenario, como el español, que se niega a ser pisoteado por una banda de asesinos, son los pilares sobre los que hay que afrontar la ardua tarea de terminar con la lacra terrorista. Basta ya de oscuras aventuras disfrazadas de procesos de paz, de palabras ambiguas, de desprecio a las víctimas. Destaco las palabras del nuevo lendakari Patxi López que espero se cumplan sin vacilación y que en este blog no me cansaré de recordar "Vosotros -dijo dirigiéndose a los terroristas- nos habéis enseñado el camino del dolor. Nosotros vamos a enseñaros el camino de la cárcel". Además, el lendakari ha lanzado un "aviso claro» a la banda: "Vamos a acabar con ellos; vamos a aplicar toda la fuerza del Estado de Derecho y toda la ley para no darles ni un minuto de respiro".
Desde aquí todo nuestro apoyo a la familia de Eduardo Antonio Puelles García. No sé si será consuelo en estas horas tan difíciles, pero que sepáis que Eduardo y vosotros, los que tanto lo queríais, ya formáis parte de lo mejor que tiene España, la víctimas. La Historia de España se escribirá con vuestro dolor y vuestro sacrificio será el precio pagado por nuestra libertad. Eduardo seguirá vivo en la memoria de los españoles de bien y su ejemplo nos servirá para seguir mejorando como personas y ciudadanos. La lucha por la memoria, dignidad y justicia de las víctimas es la tarea política más enriquecedora que podemos aportar los que contemplamos con estupor la pasividad y amnesia de una sociedad anestesiada. Acudamos todos mañana a las 12 a la concentraciones convocadas frente a los ayuntamientos de toda España y gritemos juntos contra ETA: ¡Viva España y la libertad!

martes, 16 de junio de 2009

El fenómeno UPyD


Tres conclusiones podemos sacar de las últimas elecciones europeas:

1. A pesar de la campaña de manipulación y engaño realizada por el partido gobernante y sus terminales mediáticas, el electorado ha castigado la mala gestión de un ejecutivo sectario que lleva a la Nación a la deriva.

2. El discurso de valores del candidato del PP Mayor Oreja ha calado hondo en una sociedad como la española desconcertada y necesitada de referentes.

3.Junto al PP el gran vencedor ha sido el nuevo partido de Rosa Díez Unión, Progreso y Democracia. Comparando sus resultados con las elecciones generales celebradas el pasado año su avance es espectacular. A pesar de que la participación se ha reducido a la mitad, UPyD ha ampliado el número de votantes en todo el territorio nacional, incluso arrebatanto a IU el ser la tercera fuerza más votada en feudos importantes como Madrid.

El fenómeno UPyD merece un análisis más en profundidad del que se ha hecho hasta ahora. El trasvase de votos parece haberle llegado no sólo del PP, como era previsible, sino del tradicional votante del PSOE. Las reacciones que en ambos partidos han suscitado los excelentes resultados de UPyD, en medio de la dificultad que supone plantar cara al bipartidismo cada vez más asentado, han ido del desprecio a la prepotencia. Sólo Eduardo Sotillos por el PSOE ha alertado a sus compañeros de partido del fenómeno emergente. Los populares se han limitado a repetir que votar a UPyD es robar votos al PP en su batalla por llegar a la Moncloa, como si el voto fuera propiedad de un partido. Más inteligente sería analizar, a diestra y siniestra, qué lleva a tradicionales votantes de PP y PSOE a apoyar a un nuevo partido político del que consideran que defiende mejor los principios y valores que eran seña de identidad de sus respectivos partidos. El PSOE, entregado al discurso del progresismo y el buenismo, ha abandonado el sentido común y muchos de los referentes de la izquierda clásica no sectaria. Por su parte, el PP busca su ubicación en el centro nihilista y no se moja en asuntos trascendentales como la defensa efectiva de la unidad nacional o la vida desde su concepción. El partido de Rosa Díez tiene como precedente la socialdemocracia de Dionisio Ridruejo que en el tardofranquismo planteó la necesidad de conjugar Nación y Estado de Bienestar desde el respeto a la libertad individual y ciudadana. Se equivoca el PP minusvalorando el fenómeno UPyD. ¿Qué estará pasando en el PP, deberían preguntarse sus líderes, afiliados y militantes, para que ciudadanos de derecha liberal o conservadora apoyen a un partido que, si bien hace una defensa encendida de la Nación y las víctimas, no cabe duda que es de izquierda en sus planteamientos sociales y gran parte de sus propuestas ecoómicas? ¿Es UPyD el que roba votos al PP o el mismo PP el que los pierde alejándose de lo que cientos de miles de sus votantes le reclaman, es decir, firmeza en la defensa de todo aquello que ha hecho del Partido Popular algo más que una simple plataforma de poder? Insisto en que la línea de actuación política que ha marcado Mayor Oreja en estas elecciones es la que debe seguir el Partido Popular si realmente quiere amortiguar el avance de UPyD, es decir, parecerse a sí mismo, sin medias tintas ni complejos. Lo mismo cabe decir de la izquierda. Conozco a muchos votantes socialistas que están hartos de la actual dirección del Partido Socialista y ven en el patido de Rosa Díez una salida razonble. No se engañen, UPyD no parece ser una aventura política como la que hace años encabezaron Ruiz Mateos, Miquel Roca o Jesús Gil, es algo más serio. De la desnaturalización de los dos grandes partidos nacionales se nutre un partido cuyo crecimiento es directamente proporcional al nivel de descontento del votante tradicional. Es la hora de marcar la línea clara.

domingo, 7 de junio de 2009

Vence el PP de los valores


El Partido Popular ha ganado de forma clara las Elecciones Europeas con cerca de cuatro puntos de ventaja sobre el Partido Socialista. Es un victoria meritoria pues la campaña socialista ha sido vergonzosa y las mentiras y manipulaciones parecen que van haciendo cada vez menos mella en la sociedad española. El resultado electoral es una buena noticia para España y en clave interna para el propio Partido Popular. Para España pues supone la confirmación, como se demostró en las autonómicas gallegas, de que una nueva mayoría política y social está cansada de la incompetencia de un Gobierno que en lugar de solucionar los graves problemas económicos, genera otros con la intención de dividir a la sociedad española y romper los consensos básicos que han hecho progresar España en las últimas tres décadas. Era difícil batirse frente a un partido como el PSOE, con vocación totalitaria, que entiende la política como un territorio en el que todo vale para alcanzar o mantenerse en el poder. En una entrada anterior intenté demostrar cómo lo que el PSOE de Zapatero está construyendo desde que llegó al poder es un régimen con la inestimable ayuda de sindicatos subvencionados y sumisos, pseudointelectuales de la ceja y medios de comunicación afines o simplemente controlados desde el poder.

El triunfo de la lista encabezada por Jaime Mayor Oreja es también una buena noticia para la base electoral del Partido Popular que quiere ver en el PP, un partido que defienda un discurso claro, valiente, alternativo al proyecto de ingeniería social ideado por Zapatero y que plante cara sin arrugarse a las continuas provocaciones lanzadas desde la progresía contra los principios y valores de millones de españoles. Desde la tribuna montada en el calle Génova donde se celebraba la victoria electoral, y como no podía ser de otra manera, Mayor Oreja apeló, flanqueado por Rajoy y Esperanza Aguirre, a la defensa de los valores como seña de identidad de un partido que debe aspirar a algo más que a la mera consecución del poder. Rajoy debe tomar buena nota. Nadie sobra en el Partido Popular y menos los que defienden las políticas que llevaron al PP a la mayoría absoluta que le fue arrebatada en extrañas circunstancias, aún por esclarecer. Y es que el PP tiene que hacer un esfuerzo por parecerse a sí mismo, por defender sin complejos los principios y valores en los que creen gran parte de sus votantes. Mayor Oreja agradeció la colaboración de Aznar y Rato en un gesto que le honra. No cabe duda de que si el PP quiere convertirse en auténtica alternativa con posibilidad real de alcanzar el poder debe contar con todos los sectores del partido. Junto a Cospedal y Soraya tienen que seguir aportando su experiencia y coherencia políticos como Mayor Oreja, Carlos Iturgáiz, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, María San Gil, Rodrigo Rato, Santiago Abascal o Alejo Vidal Quadras. Entiendo que el PP es un gran partido nacional, con vocación liberal, que busca, en una estrategia de progresiva ampliación de su base social, abrir su discurso a amplios sectores no precisamente afines, pero no debe olvidar que es en la defensa de principios y valores donde los ciudadanos ven, frente al buenismo nihilista del PSOE de Zapatero, a un partido en el que confiar. No me cabe duda de que el triunfo del PP en estas elecciones confirma el deseo de cambio que poco a poco se respira en toda España. Esperemos que el PP sepa conjugar en los próximos años la legítima ambición de un partido con vocación de poder con la defensa firme de los principios y valores que lo hacen definible y, si me apuran, necesario. Mayor Oreja ha demostrado que ambos aspectos son compatibles.